Viendo el video de la jugada del penal, puede crear confusión ya que parece que fue dentro si lo ves desde la perspectiva del árbitro en el terreno de juego. Lo que yo veo que tendría que haber hecho Diego, es haber consultado a su asistente para saber dónde se ha cometido la infracción. Pero esto en pleno partido y con las pulsaciones a mil es muy difícil no cometer estos pequeños fallos.
Este mundo del fútbol, a veces me produce, perdonadme esta palabra “repugnancia”. ¿Por qué he usado esa palabra? Pues muy sencillo, es inadmisible que el árbitro reciba amenazas de muerte o de cualquier tipo por un fallo o por lo que sea, gente que realizan estas amenazas son las que sobran de este deporte.
Para finalizar, espero que Diego Ceballos pronto vuelva a dirigir un partido ya que como mucho pensamos ese fallo lo puede tener cualquiera y tampoco es para “matar” a una persona.
Jesús Vera.