CAPITULO II: MARCO TEORICO
Según Wagner y Wilson (2005), en la actualidad los teléfonos móviles en
América superan a los teléfonos de línea fija, y los dispositivos
inalámbricos están ganando terreno con la ayuda de los lugares de trabajo
y de las comunidades WiFi. Los autores hacen una distinción importante
entre la m-Learning y e-Learning. Ellos argumentan que como los nuevos
dispositivos y herramientas proporcionan a los educadores más opciones
para llegar a los estudiantes de hoy. La comunidad educativa debe
reconocer que el modelo de "comando y control" (“command and
control”), típico de las estructuras de la enseñanza convencional, está
siendo reemplazada con la oportunidad de hacer realmente el aprendizaje
colaborativo.
Rushby (2005) exploró este tipo de aprendizaje desde una perspectiva
laboral. Compara los beneficios de la libertad de ubicación con los
tradicionales modelos de e-Learning de los que muchas disponen. Su
trabajo sugiere que el m-Learning es superior a los antiguos formatos de
aprendizaje empleados. Contempla que este aprendizaje está actualmente
limitado por la tecnología (memoria, velocidad, capacidad de
almacenamiento). Rushby considera que el m-learning es más probable
que sea aprobado primero por el sector empresarial y que una mayor
investigación puede mejorar las oportunidades en este campo. Considera
además que las escuelas de secundaria y las universidades deberían ser
capaces de recoger esta tecnología y encontrar su uso pedagógico.
Thornton y Houser (2005) han reflejado en estudios recientes los datos y
opiniones recogidas sobre m-Learning y su uso en una universidad
japonesa. En Japón se usa habitualmente la navegación web a través de
teléfonos móviles, PDAs y otros dispositivos portátiles y la población está
acostumbrada a ello. En su estudio, los investigadores evaluaron los
resultados de aprendizaje alcanzados sobre el material de clase, usando
teléfonos móviles, tanto a través del correo electrónico y el uso de
tecnología WAP (Wireless Application Protocol), en una web habilitada
para teléfonos móviles. Los resultados de sus experimentos eran
particularmente reveladores. Los investigadores observaron mejoras en
las puntuaciones de entre 35% y un 75% (pre y post), con respecto a los
mismos materiales en papel. Las reacciones de los estudiantes a esta
nueva oportunidad de aprendizaje fueron positivas, aunque más para los
ensayos con PDAs que para los teléfonos móviles. Los investigadores
señalaron que las conexiones web y las tarifas de acceso desde los
teléfonos móviles en Japón son habituales y de bajo coste, lo que permite
que la distribución de material educativo a través de ellos sea un proceso
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