BOGOTÁ, D.C.
“No debemos olvidar que nuestra enseñanza no es más que un medio para formar en la piedad el corazón de los niños, desarrollar su espíritu e ilustrar su razón, para llevarlos más fácilmente a Dios”
La ciudad de Bogotá está ubicada en la sabana que lleva su nombre. Su altura sobre el nivel del mar es 2600 metros y su temperatura media es de 13°C, con variaciones de tiempo seco en los mese iniciales del año y tiempo húmedo en los finales.
La fundación de la ciudad se da el 6 de agosto de 1538 por Gonzalo Jiménez de Quesada.
La fundación en Bogotá fue liderada por el Hno. Gregorio Irastorza, provincial de España, quien movido por el Hno. Josaphat decidió hacer otra fundación en Colombia. El lugar escogido presenta varias ventajas como la facilidad de estudios para la formación de los Hermanos y las diversas relaciones que se podían dar entre el instituto y la jerarquía civil y eclesial colombiana. El Hno. Gregorio fue acompañado por el Hno. Tomás L. en las visitas al Sr. Arzobispo de Bogotá y sus obispos auxiliares, para solicitar el permiso de entrada a la ciudad, y en las visitas a los diferentes lugares donde se pretendía fundar, los cuales fueron difíciles de conseguir.
La primera casa que se logró conseguir para continuar acreciendo la obra corazonista se encontraba localizada en el sector de Chapinero, al norte de Bogotá, esta casa comenzó a funcionar en el año de 1960 y contaba con la siguiente comunidad de Hermanos: Tomás Larrea, Emilio Núñez y Ángel Corres. Como todo nuevo proyecto, el comienzo fue muy difícil pero gracias a Dios, la obra continuo creciendo, a tal punto que en 1908 se hizo necesario trasladarse a un espacio más amplio por el incremento del número de estudiantes. La nueva casa que se consiguió se encontraba en la en la Cl 46 con Cr 15. Pues bueno, luego se hizo necesario buscar un espacio más amplio puesto que el número de estudiantes llego a 300 y se hacía necesario abrir 4to de bachillerato o suprimir un grado de primaria. En ese momento el Hno. Rufino Múgica consulto con el superior regional sobre qué hacer. Para esa época el superior era el Hno. Ángel Moraza.