El 1 de septiembre 1968 el consejo regional de los hermanos decidió encargarse de las obras de Coca y envió para ello, a los hermanos López de Ipiña, Tomás Larrea y Humberto Aranda. Estos hermanos se encargaron de administrar el colegio “técnico-agrícola Padre Miguel Gamboa” y trabajaron con la comunidad indígena de los Yumbos de los Quechuas. Durante su estadía allí, los hermanos tuvieron una buena relación con los Capuchinos, las hermanas de la Madre Laura y la población, además pues de adaptarse a las costumbres propias del lugar.
Después de 6 años de estadía, y por problemas económicos, los hermanos tuvieron salir de allí y buscar otra misión de condiciones similares dentro del territorio colombiano.
C.TÁMARA:
Está ubicado en un territorio montañoso, en la cordillera oriental de los Andes; se encuentra a una altura de 1156 metros sobre el nivel del mar y tiene un clima cálido, medio y de páramo.
Cumpliendo las ordenanzas del Hno. Julián Gómez y consejo provincial de España, el Hno. López de Ipiña, con el consentimiento de la mayoría de hermanos, decidió fundar una misión en le Casanare. Para esto acudió a los agustinos recoletos cercanos a la comunidad.
El obispo de del vicariato apostólico de Casanare: Arturo Salazar Mejía, ofreció a los Hermanos la dirección del Colegio-Seminario Menor San José de Támara, quienes asumieron su dirección el 4 de febrero de 1974. Los primeros hermanos en ir fueron: Rufino Múgica, Javier Martínez, Javier Galindo y Antonio Quirós.
A estos hermanos les correspondió la educación cristiana de la juventud, labor privilegiada por las necesidades y ambientes de la población, la enseñanza de diversas materias y el cuidado y dirección del internado. Además de esto se encargaban de apoyar al párroco en las labores propias de la evangelización y en épocas especiales se dirigían a las veredas para catequizar a las gentes.
Es de destacar que la acogida de los hermanos en Támara fue en son de fiesta.
A finales de 1985 el consejo regional decidió, en mutuo acuerdo con Monseñor