Emocional
Los niños con discapacidad visual suelen ser más pasivos que el resto de
sus compañeros, porque sienten inseguridad al caminar o desplazarse de un lugar
a otro. Para disminuir la inseguridad, conviene que en la escuela y la familia se
motive y anime al niño a realizar las actividades y asumir responsabilidades
similares a las del resto de sus compañeros; en este sentido, es importante
adecuar los espacios, para que sean seguros, y hacer un trabajo previo con el
alumno para que reconozca el área y el espacio donde se moverá.
Se recomienda ofrecerle algunas referencias táctiles y visuales que le
ayuden a orientarse en los espacios, por ejemplo: colocar un listón en el respaldo
de la silla, o un botón en su lugar de mesa de trabajo, orientarlo para que
reconozca en qué parte del baño se encuentra el lavabo o pegar un gran círculo
verde en la puerta del salón.
Los niños ciegos o con baja visión por lo general realizan movimientos
repetitivos como agitarla cabeza o los brazos, picarse los ojos o repetir algunas
frases. Estas conductas pueden tener diversas causas:
1. Tensión acumulada. Se presentan en un momento de mucha tensión o
exigencia del medio o bien cuando no se les ha permitido moverse durante un
lapso prolongado.
2. Dificultad para expresar sus sentimientos. No tienen la posibilidad de observar
las expresiones o gestos de otras personas ante algo que les desagrada, molesta
o les es grato, así que sus conductas suelen ser una forma de expresar dichos
sentimientos.
3. Aislamiento. Se aíslan cuando las personas en su entorno no se le acercan, no
lo motivan para moverse, no le hablan o no le ofrecen los apoyos apropiados (por