EDUCACIÓN EN GRECIA ANTIGUA LA EDUCACIÓN EN GRECIA ANTIGUA Astrid | Page 28
En las escuelas helenísticas no se dio ya tanta importancia a las letras o a la filosofía sino a las ciencias particulares. Podemos afirmar
que toda nuestra cultura se halla cimentada en el plan de estudio de este período, organizado del siguiente modo:
a) conocimientos literarios: gramática, retórica y dialéctica ;
b) conocimientos científicos: aritmética, geometría, música y astronomía;
c) conocimientos filosóficos y teológicos: metafísica, ética, política.
Al grupo de los conocimientos literarios se denominó trivium, a los conocimientos científicos cuatrivium y a la reunión de ambos
grupos de conocimientos en la Edad Media se la ha denominado artes liberales. Era la formación básica imprescindible para todo
intelectual.
Históricamente, este programa tiene su explicación. A fines del período anterior la cultura intelectual fue adquiriendo predominio
sobre la educación musical y la gimnástica. Hasta la efebía había dejado de ser una forma de servicio militar obligatorio. Muchos
jóvenes desocupados se interesaron por adquirir una iniciación filosófica y literaria que superase la instrucción impartida por el
gramático.
Esta aspiración fue favorecida por la atmósfera de frivolidad elegante que reinaba en Atenas y por la abundancia de retóricos y
filósofos que exponían sus doctrinas, tantas veces contradictorias, en el auditórium de los gimnasios.
Como se brindaba un inmenso programa de conocimientos, dos caminos quedaban a seguir: o la filosofía o la literatura.La primera fue
definida y sistematizada por las grandes escuelas filosóficas, en particular por Platón y sus discípulos. La segunda, las letras, fue
preconizada por Isócrates, constituido en el gran teorizador de esta enseñanza. Su predominio sobre la educación filosófica señaló una
huella profunda en todas las manifestaciones de la vida helénica y más adelante en toda la educación occidental.
La retórica. — La retórica, arte del bien decir, se transformó en el ideal de toda educación. Su posesión convertía al hombre en un ser
culto. Aprender a hablar bien era