Se ubica en los cantones de Archidona y Tena,
entre la Reserva Ecológica Antisana y el Parque
Nacional Llanganates, y de esta manera conforma
un corredor natural en la zona alta de la cuenca
amazónica.
Esta reserva protege la cuenca de los ríos Colonso,
Tena, Shiti e Inchillaqui, y alberga ecosistemas que
van desde las tierras bajas amazónicas hasta zonas
de páramo en la partes más altas. Este territorio
guarda una inmensa diversidad de flora y fauna, y sus ecosistemas brindan importantes servicios
ambientales para la provincia del Napo, principalmente relacionadas con la provisión de agua. Su
topografía muy irregular ha permitido que se haya mantenido a través del tiempo y se encuentre en
buen estado de conservación. Su gran biodiversidad y singulares paisajes poseen un gran potencial
turístico.
No existen grandes centros poblados cerca del área protegida; sin embargo, hay poblaciones kichwas
y mestizas ubicadas en la zona de amortiguamiento que se dedican a actividades agrícolas y pecuarias.
El Chimborazo, la montaña más elevada del
Ecuador, es el rostro de esta reserva. El coloso mide
6.310 metros de altitud y está rodeado por un
inmenso arenal con un páramo más bien seco,
diferente a la mayoría. La reserva, sin embargo,
provee de agua a las tres provincias donde se asienta:
aquí están las fuentes que alimentan a los ríos
Ambato, Chambo y Chimbo. Las aguas del Chimbo
terminan en el gran río Guayas, vínculo que está
representado en el Escudo Nacional. La conexión
entre el Chimborazo y el río Guayas es símbolo de la
unidad entre Costa y Sierra. La reserva alberga una importante población de vicuñas reintroducidas
desde Perú y Chile en 1988. También hay llamas y alpacas, animales domésticos nativos del Ecuador
y que eran utilizados por los antiguos pobladores de los Andes antes de que los españoles introdujeran
caballos, ovejas, vacas y burros. La reserva se creó para proteger estos animales y su legado histórico,
así como el extraño páramo del que son parte.