ECUADOR ECUADOR | Page 6

Pocos nombres de lugares en el Ecuador despiertan tantos sentimientos de misterio y aventura como “Llanganates”. Es muy posible que la primera idea que venga a nuestras mentes sea la de esos misteriosos parajes al oriente de Píllaro donde Rumiñahui ordenó se escondiera el tesoro de Atahualpa, tras la captura y muerte del Inca en Cajamarca. Esto, que se ha convertido en una poderosa leyenda, ha despertado la atracción y ambición de muchos buscadores de tesoros cuyas aventuras, en la mayoría de los casos han terminado en fracaso y muerte. Es que llegar a la zona del supuesto tesoro conlleva una larga y ardua travesía por bosques y páramos muy húmedos de la Cordillera de los Llanganates. El esfuerzo de la caminata, por lo accidentado de la topografía, se ve compensada por parajes de ensueño que incluyen lagunas, bosques de neblina, hasta un extraño páramo de frailejones. La historia se une a una biodiversidad fantástica, que posiblemente sea el verdadero tesoro de los Llanganates. El volcán Cotopaxi, un cono nevado casi perfecto que se yergue a 5.897 metros de altitud es algo único en el planeta y es quizá, junto a Galápagos, el mayor símbolo de nuestra geografía natural reconocida en el mundo entero. Millares de montañistas de todas las nacionalidades han logrado su cumbre y otros tantos sueñan con hacerlo. Debido a que se encuentra en el centro del callejón interandino y muy cercano a varias ciudades como Quito y Latacunga, el Parque Nacional Cotopaxi es uno de los más visitados y seguramente donde muchas personas tocan por primera vez la nieve. El imponente Cotopaxi, uno de los volcanes activos más altos del mundo, domina todo el paisaje del área protegida, que también incluye otros dos más pequeños, el Morurco (4.880 m), pegado al Cotopaxi, y el Rumiñahui (4.722 m), también muy cercano. El Cotopaxi se encuentra en la zona denominada “Avenida de los Volcanes”, nombre que el naturalista alemán Alexander von Humboldt en 1802 dio al conjunto de volcanes de la Sierra centro y norte del Ecuador. El ecosistema predominante en el parque es el páramo, con su flora y fauna especiales, por lo que la vegetación principal es de pajonal y pequeños arbustos de altura.