Aunque Adam Smith hizo referencia a esta paradoja en su libro Sobre la Naturaleza y Causas de la
Riqueza de las Naciones, no fue el único en notar esta paradoja, pues antes Nicolás Copérnico, John
Law, John Locke y hasta Platón lo habían analizado. En términos literales, Smith escribió: "Nada es
más útil que el agua, pero ésta no comprará gran cosa; nada de valor puede ser intercambiado por
ella. Un diamante, por el contrario, tiene escaso valor de uso, pero una gran cantidad de otros bienes
pueden ser frecuentemente intercambiados por éste". Hoy en día, el diamante sigue teniendo un
precio mayor al agua. (Véase el artículo de Karelys Abarca: americaeconomia.com/analisisopinion/la-economia-del-agua-o-la-economia-sin-agua)
El gran reto al que se enfrentan los agentes económicos es el de encontrar un componente monetario
para estos recursos. Seguramente en la medida que la doctrina defina un concepto de “valor”, para
bienes que solían ser clasificados, desde el punto de vista económico, como bienes “libres”, se
lograría una utilización más eficiente de los mismos, lo que redundaría en beneficios para la sociedad
en su conjunto. (Véase Costos Ambientales)
La economía en Suramérica varía mucho dependiendo de la zona, pero son muchos los factores
comunes a tener en cuenta en diversos territorios, factores como el Turismo, el petróleo, la pesca, la
agricultura, la ganadería y la construcción son la fuente de ingresos más importante del continente
Sudamericano. El problema al que se enfrenta Suramérica, a día de hoy todavía, es a la mala
repartición de riquezas, ya que existen zonas donde la pobreza es extrema en pleno siglo XXI.
Sudamérica se ha convertido en uno de los principales
territorios de la expansión de la minería a nivel global, llegando
a países que antes tenían otro giro y ha tenido como principal
consecuencia grandes impactos ambientales, sociales y
culturales en las comunidades en donde se desarrollan los
proyectos.
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