Economía y Sostenibilidad
Basándonos en un crecimiento infinito en el
continente sudamericano no sólo estamos
agotando importantes recursos naturales, ni
generando la proliferación de impactos
ambientales,
sino
también
propiciando
perturbaciones financieras, causadas por la
incapacidad de nuestros sistemas monetarios,
bancarios y de inversiones para ajustarse
tanto a la escasez de recursos como al
aumento de los costos ambientales. Es decir:
el crecimiento infinito no sólo es insoportable
por la Tierra, sino también por el propio
ECONÓMIA QUE MATA A LA NATURALEZA
sistema económico.
Una de las premisas fundamentales para llegar a este desarrollo es que el uso que se realice de los
recursos naturales no supere la tasa de renovación de los mismos, con esto se lograra no solo
preservar el medio ambiente, sino que además permitiría que estos recursos estén disponibles
para las generaciones futuras.
La razón por la cual los bienes ambientales no son valorados adecuadamente se debe, sobre todo,
a que no existe un mercado definido para la transacción de los mismos ya que nadie estaría
dispuesto a pagar por algo que podría obtener gratuitamente, ya que los recursos ambientales no
son de propiedad privada. Estos recursos naturales son denominados recursos de propiedad
común por el hecho de que se tiene libre acceso a ellos. Es este libre acceso, precisamente, la
causa del abuso en su uso, ya que cuando se utilizan como factores de producción, poseen un
coste nulo o muy por debajo de su “costo social” si se tomaran en cuenta los efectos negativos
(ejemplo, agotamiento, contaminación ambiental, desastres ecológicos).
La paradoja del valor es una figura de la economía clásica
que se utiliza para explicar el valor de mercado de los
recursos, donde se plantea que a pesar que el agua es más
útil y vital que los diamantes, su valor de cambio o de
mercado es menor que la del diamante, por su comparativa
abundancia ante el diamante en la naturaleza.