El REY DE LA COLINA
Este jueves pasado, la revista con el mismo nombre, en un alarde de valentía, provocación y marketing se preguntaba en portada con mucha gracia “¿Pero alguien sabe cómo es Mahoma?" Debido a que si al Profeta no se le ha representado, cómo se puede saber que es él. Bromas aparte, como toda provocación, y no me refiero a la revista española, que no ha sido detonante de nada, ha generado debate.
Islam de Oriente Próximo. Ese mundo recientemente onírico, de belleza, democracia, rebeldía progresista y patatín patatán de la Primavera Árabe, nos ha pintado la cara de “Primaveras” como gruñía con dureza Pérez-Reverte. Es verdad. Sale un vídeo del Profeta, posiblemente muy ofensivo, no lo dudo. Respuesta de los renovadores : Revueltas callejeras , asesinato del embajador americano , amenazas a los que aún no han hecho nada pero podrían, y por último un sujeto vetusto con voz rasgada y entrecortada por la edad,
que resulta ser ministro paquistaní, ofrece 100.000 dólares al que mate al autor del video. ¡Normal que le hayan metido en la cárcel, yo también lo querría en su situación!.
El hecho real es que el Islam, por retraso histórico, cultural, o por lo que sea, a día de hoy no es compatible con democracia. Son conceptos opuestos. Y desde luego no podemos pretender que vean el mundo como nosotros occidentales, es ridículo. Pero lo que tampoco podemos tolerar es que ellos nos impongan cómo vivir o cómo comportarnos. Puede que seamos a veces irrespetuosos y maleducados, pero tenemos derecho a ello, y deben tener claro “como el caldo de un asilo” que lo único que podrán oponer a tales caricaturas será la crítica o la denuncia, nada más. Porque ese es el juego democrático, así está dispuesto el tablero y a nosotros nos va moderadamente bien con él.
Hay que andarse con ojo. Nos meten miedo en el cuerpo, y como conejos asustados nos refugiamos en la madriguera pidiendo mil perdones y esperando que nos olviden. Vemos a Líderes de occidente rogando el perdón de algún psicópata con turbante porque nos tiene acojonaditos. ¡ Pues no señor, me niego a eso! Las libertades hay que defenderlas, son nuestras y sí, son buenas. No permitamos que tipos que ni creen en ellas ni las quieren nos las arrebaten por “miedo”.
PD: La traducción de la pancarta del niño que ha dado la vuelta al mundo es : "Decapitar a todos los que insulten al Profeta"
NO NOS DEJEMOS
Por Carlos Espinosa Méndez
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