Dúos nº1 | Page 4

Al margen del baile de cifras, que van desde 600.000 personas hasta 2.000.000, el pasado 11 de septiembre tuvo lugar en Barcelona la manifestación más masiva que se recuerde de la historia de Catalunya. Y el lema de la manifestación no dejaba lugar a ambigüedades: “Catalunya, nuevo estado de Europa”.

Si aceptamos la hipótesis de que en una manifestación la proporción de gente que sale a la calle respecto al total de personas que comparten el motivo de la manifestación se mantiene constante, y recordamos que el día de los atentados del 11M se manifestaron 1.000.000 de personas según las cifras más optimistas, podríamos concluir que hay en Catalunya el doble de personas a favor de la independencia que en contra del terrorismo. La causa que ha sido capaz de movilizar en una manifestación a un número mayor de personas ha sido la apuesta por la independencia de Catalunya.

No se puede predecir el futuro, pero lo que está claro que es que los legítimos representantes del pueblo de Catalunya han interpretado que la voluntad mayoritaria de la sociedad pasa por la independencia, y lo han interpretado en serio. Podría parecer que el Govern actual no estaría legitimado a conducir a Catalunya

hacia el Estado Propio, ya que cuando fue elegido, en su programa electoral no figuraba tal pretensión y esa es la razón por la que se convocan elecciones anticipadas: para que los ciudadanos decidan democráticamente cuál es el futuro que quieren para Catalunya y quién les conducirá a dicho futuro. Dependiendo de los resultados de las elecciones, los posteriores acontecimientos serán unos u otros. Hay quién dice que el futuro de Catalunya lo tienen que decidir todos los españoles, pero ¿acaso una mujer que se separa, necesita el permiso de su marido?

"...sólo se responde a Catalunya con desprecio y boicots, la sociedad catalana parece que ha dicho basta."

El catalanismo del siglo XX en general ha sido partidario de encontrar el encaje de Catalunya dentro de España, pero cuando después de muchos años mejorando el conjunto de la sociedad española (democracia, estatutos de autonomía, modernización...) y de buscar el “encaje” (Estatut de 2006, propuestas de mejora del sistema de solidaridad interterritorial, Pacto Fiscal, reproche del malgasto de Catalunya por pedir al FLA un préstamo de 5.000 M€ que devolverá con intereses cuando ha “regalado” en los últimos 30 años 300.000 M€ al resto del estado...) sólo se responde a Catalunya con desprecio y boicots, la sociedad catalana parece que ha dicho basta.

El momento histórico de la relación Catalunya-España

Por Albert Ferrer-Bonsoms

EL PRIMER GOLPE

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