¡OH SEÑORA MUERTE!
Amiga eterna,
compañera fiel,
seguidora leal
¡oh muerte de negro sayal!
Pablo Carvajal
¡Oh señora muerte!, dibujas sonrisas, alivias dolores y ahuyentas la
soledad de los espíritus más allá de los sueños.
Heroína de vidas enfermas, cansadas, sin esperanzas. Las abrazas, las
fundes eternamente en el sueño y al final solo recoges el polvo gris como
cemento, como cenizas que emanan del fuego.
¡Oh señora muerte!, ahogas el soplo de vida que Dios, el amor o el deseo
inició. La vida se inclina y derrumba ante tu presencia, es tu fiel
compañera, tu contraparte, tu cara oculta.
¡Oh señora muerte!, lúgubre mensajera de canto taciturno, cual ave de
mal agüero, que susurrante anuncias a los pasajeros que se adelantan al
vuelo: “todavía no es tu hora, pero hasta la eternidad te guio”.
Eres eterna plenitud que se manifiesta en el llamado de los ancestros,
del universo, de Dios; en el origen sin espacio, sin tiempo, sin sonido, sin
angustias, sin temor.
¡Oh señora muerte!, esclava de las mentes que deciden opacar el
mundo, apagar el tiempo, desaparecer la vida. Felina paciente,
observadora, sagaz y silenciosa, que danzas y te diviertes con tu presa
mientras la devoras poco a poco.
¡Oh señora muerte! “Amiga eterna, compañera fiel, seguidora leal”, es
irremediable luchar contra ti.
Claudia Patricia Medina
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