Ya que explicar lo que ‘realmente” es algo, fuera de toda teoría científica, es hacerlo: 1) dentro de una de ellas o 2) dentro de la propia del que explica (que no es lo mismo), o bien, 3) con total independencia de la propia y de las de los demás. Pero sí es esto último lo que se busca, y así parece serlo, entonces el diálogo sale del campo de la ciencia para convenirse en una simple y tal vez divertida conversación. El filósofo británico Stephen E. Toulmin7 dice que la realidad “es una noción sobre la que no hay siempre concordancia o incluso compatibilidad”, aun cuando proceda de especialista:
Puede que un artista nos lleve a un bosque y nos diga:
“Mire hacia arriba y compare el color del cielo visto a través de las ramas con el color que tiene sobre los campos; encontrará que es un azul más profundo en el primer caso en que el segundo” y cuando el físico replique: “Por supuesto que no es realmente un azul más profundo, eso es sólo una ilusión” el artista volverá a replicar: “¿qué no es realmente un azul más profundo? ¿Qué quiere usted decir con eso? Basta que utilice los ojos, verá que lo es!”
7 E. Toulmin, El puesto de la razón en la ética. Trad. de I.F. Ariza, con Pról, de José Luis Aranguren. Revista de Occidente, Madrid, 1964, p. 124-125.
Lo que significa que a los ojos del artista la realidad’ es una y a los del físico es otra, y que puede haber tantas ‘realidades” como especialistas en ella.
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Pero inquirir sobre la "realidad”, independientemente de toda teoría válida sobre la realidad, es esperaren una escuela una respuesta imposible, o flagrantemente mentirosa, o propia de la anti-escuela: de la ignorancia. Distinto sería sise preguntara sobre cuál de las múltiples teorías acerca de cierto tema, explicadas en clase, es la que el exponente considera más acertada, o cual de ellas acepta, porque las opciones de respuesta son también múltiples, y la pregunta en el caso se formula estrictamente sobre “preferencias”, no sobre la verdad. Las respuestas pueden ser: ésta, estas dos, la última que expliqué, en parte ésta y en parte aquella, ninguna... y así sucesivamente. Diferente, sin embargo, sería si se inquiriera sobre cuál de todas es la ‘verdadera’, pues en infinidad de campos, y no sólo en los de las humanidades y las ciencias sociales.