ⒺⓈ » Domine Su Artritis PDF-Libro, Ricardo Palmer | Page 6

ejercicios terapéuticos es el primer paso necesario para personas que son inactivas, tienen movilidad articular o fuerza muscular limitada, padecen de dolor articular o se están recuperando de una cirugía como la de reemplazo articular. Las actividades generales recreativas o de aptitud física pueden incluir desde caminar y nadar hasta esquiar y correr a campo traviesa. Las formas más adecuadas son aquellas que se pueden realizar de modo controlado y seguro, presentan poco riesgo de lesiones y causan mínima tensión o impacto a las articulaciones afectadas. En la mayoría de los casos, la participación en ejercicios recreativos no elimina la necesidad de ejercicios terapéuticos. Las actividades competitivas o de elite se realizan con mayor intensidad, durante períodos más largos y requieren de mayor habilidad y entrenamiento. Existen muy pocos informes de personas con artritis que continúan o regresan a la participación en deportes de categoría competitiva. No obstante, por lo general no se recomienda esta clase de ejercicio a personas con artritis inflamatoria o afecciones articulares que puedan verse afectadas negativamente por la actividad deportiva (por ejemplo, correr una maratón con artritis en rodillas o cadera). Si tiene artritis temprana o leve y desea continuar ejercitándose a este nivel, primero consulte con su reumatólogo o terapeuta físico que tenga experiencia en artritis y conocimiento del deporte específico. ¿Quién debería realizar ejercicios? ¡Todos! Las investigaciones demuestran que las personas con diversos tipos de artritis pueden participar de manera segura en actividades físicas regulares y adecuadas. Estudios a largo plazo han demostrado que incluso las personas con artritis inflamatoria, como la artritis reumatoidea, pueden verse beneficiadas por la actividad de fuerza de intensidad moderada y reducir la pérdida ósea y el daño articular leve asociados con esta enfermedad, en tanto no aumente el dolor ni avance la enfermedad. Por ejemplo, la debilidad en los músculos de los muslos (cuadriceps) son factores de riesgo para desarrollar osteoartritis en la rodilla y tener mayor incapacidad. Para las personas que padecen de osteoartritis en la rodilla o en cualquier otra parte, la investigación respalda programas que combinan el fortalecimiento y el ejercicio aeróbico a fin de reducir los síntomas, mejorar la función y movilidad articular, aumentar la coordinación y el equilibrio y controlar el peso corporal. El ejercicio regular y moderado demostró incluso haber mejorado los cartílagos en personas con riesgo de desarrollar osteoartritis en las rodillas. ¿Cuáles son los mejores ejercicios? Existen cuatro tipos principales de ejercicio que comprenden todos los programas de ejercicios integrales, independientemente del nivel de participación. Cada uno de ellos puede tener un efecto positivo en la reducción del dolor y la incapacidad originado por la artritis. Ejercicios de flexibilidad: Tanto los ejercicios de grado de movilidad (ROM, por sus siglas en inglés) como los de estiramiento ayudan a mantener y mejorar la flexibilidad de las articulaciones afectadas y los músculos circundantes. Esto contribuye a una mejor postura, un menor riesgo de lesiones y una mayor actividad. Los ejercicios ROM generalmente se realizan de 5 a 10 veces al día. Las personas con artritis reumatoidea pueden descubrir que la realización de ejercicios ROM por la noche ayuda a reducir la rigidez articular a la mañana siguiente. Se recomienda realizar ejercicios de