DIáLOGOS. Historias de vida Oct. 2013 | Page 6

Nicolás acaba de perder su trabajo por culpa del alcohol y su esposa le ha abandonado. Se queda sólo, sin amigos, -bueno, según sus pensamientos no estaba sólo porque tenía la compañía de la bebida-. Estába tan enganchado que para él todo giraba en torno a la bebida. Cuanto más bebía, más se mataba por dentro y, así, él creía que se sentía mejor. Pero todo lo que estaba a su alrededor, como su trabajo, su vida, es decir, todo en general, lo estaba perdiendo poco a poco. Vende lo único que le queda, su casa y un pequeño coche, se echa a la carretera y se va a Las Vegas. Allí alquila una pequeña habitación donde lo único que le rodea son botellas de whisky.

Nicolás se siente sólo por dentro porque no tiene a nadie. Pero, en Las Vegas, en la ciudad de la fiesta, la droga, y el alcohol, conoce a Eli, una guapa chica que se dedica a la prostitución, Le paga para que se quede con él, para que le haga compañía. Eli se da cuenta de que es alcohólico y que no quiere sexo como los demás clientes, él lo único que quiere es su compañía. De alguna manera, aunque los dos viven situaciones diferentes, hay algo que tienen en

común, y es que los dos se sienten solos.

Mientras él sigue pagándole sólo por su compañía, ella está esclava de pagar a un proxeneta al que tiene que darle todo el dinero que gana, hasta que llega el día que le asesinan, porque anda metido en asuntos de la mafia, Así, Eli queda libre y, de ahí en adelante, sólo desea vivir para Nicolás, aunque sabe que nunca podrá separarle del alcohol.

Él sólo sigue pensando en el alcohol. Aunque le encanta esa mujer, de la que se ha enamorado, su única pasión sigue siendo la bebida, y es lo único que hace en el poco tiempo que le queda de vida porque, en realidad, su intención es suicidarse bebiendo. Pero Eli le ha trastocado esa intención, porque ella lo único que hace es quererle, porque no quiere quedarse sola; aún así, Nicolás no deja de beber, hasta que llega el día en que su hígado ya no aguanta más y su corazón se cansa de luchar, de intentar vivir, y se paraliza.

- ¿Una copa?

Nomos con tirachinas