diálogos Digital Julio 2014 | Page 20

antes de elegir en contra de la opinión pública. Aunque este artículo lo muestra como algo posiblemente nocivo, no tiene por qué serlo, ya que la democracia exige la representación de la voluntad del pueblo; no es un medio para otorgar a los funcionarios el privilegio de elegir por encima de la voluntad de los demás. Así mismo, la denuncia, anteriormente reprimida y censurada, hoy puede volverse viral con la publicación de una foto o un video y alcanzar al más alto mando por medio de una mención o etiqueta a las cuentas de los servidores públicos. Este aspecto es de suma importancia, pues existen más voces que callar, son más difíciles de identificar y se vuelve casi imposible fingir no estar al tanto de estas denuncias. Ejemplos de movimientos que han surgido y se han vuelto virales gracias al internet van desde las variadas denuncias de WikiLeaks, #yosoy132, y hoy por hoy la protesta contra las leyes secundarias de la reforma de telecomunicaciones. No todas ellas tienen éxito, pero están generando un ruido sin precedente. Quizá el gobierno pronto siga los pasos del sector privado que ha cambiado, por ejemplo, su cadena de suministro a raíz de las denuncias hechas por Greenpeace y las millones de firmas electrónicas recaudadas. El papel de las redes sociales en la política está comenzando, los gobiernos están al tanto y están teniendo cuidado. El cuidado se esperaría que fuera en el sentido de escuchar al electorado y prestar atención a lo que se opina sobre las decisiones que están siendo tomadas, no que se decida legislar en pro de la censura y en miras a obtener datos que eliminen el anonimato que brinda publicar en internet. Es importante que no perdamos una de las mejores armas que tenemos para denunciar y expresar nu