humanos están por debajo de principios como el orden público, la seguridad
nacional o pública, o el interés social.
Cabe señalar que dichos prejuicios no están exclusivamente en el ámbito jurídico,
sino también en la sociedad en general, ya que muchos podrán afirmar que
personas de diferentes profesiones nos han planteado opiniones o puntos de vista
que derivan de dichos prejuicios.
Así entonces, la acción que debemos realizar los jóvenes en contra de dichos
prejuicios y ante todos los cambios en nuestro sistema jurídico, es por el que
apuesta Diálogos A.C., por medio de ésta Revista Electrónica, que es el de la
difusión de nuestras opiniones informadas acerca de un tema de trascendencia
nacional. Es decir, la primera acción que debemos realizar en contra de los
prejuicios en torno a los derechos humanos, es que difundamos lo que realmente
son estos derechos, ya sea por medio de nuestras redes sociales o mediante este
tipo de publicaciones; lo importante es crear debate u opinión informada acerca de
su trascendencia y aplicación.
Por ejemplo, en contra del primer prejuicio, es poco conocido por la sociedad en
general, que la supremacía de nuestra Constitución ha sido establecida por nuestra
Suprema Corte de Justicia de la Nación desde el 2012[5]; en cuanto al segundo
prejuicio, los abogados sabemos que los derechos humanos no sólo son aplicables
a las relaciones entre un gobernante y un particular, pues la mayor violación a estos
derechos provienen de particulares a particulares, como ocurre con la violencia
generada por el narcotráfico y la trata de personas; finalmente, contra el segundo
prejuicio, podemos difundir la opinión de que los derechos humanos no están
supeditados a ningún interés de orden público o de seguridad nacional, ya que
resultaría contradictorio, toda vez que los derechos humanos también son
vinculantes a los operadores del Estado que deciden sobre la aplicaciones de dichos
intereses o principios, por lo que de no anteponer su protección, de igual forma
resulta perjudicial para ellos.
El disipar estos prejuicios a todas luces es beneficioso a la sociedad mexicana, pues
con tener opiniones fundadas en torno a la exigibilidad en la aplicación y respeto de
sus derechos humanos, se genera el interés de iniciar acciones al respecto. En
efecto, actualmente es común ver en las redes sociales, ‘campañas’ en contra de
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