naturalmente; 2) experimentación, o sea, contemplación del fenómeno más o menos
modificado por circunstancias artificiales que intercalamos expresamente buscando una
exploración más perfecta, y 3) comparación, o sea, la consideración gradual de una serie de
casos análogos en que el fenómeno se vaya simplificando cada vez más (Comte, Curso de
filosofía positiva, I, 99).
El modelo es la ciencia inductiva; el propósito, comprender la naturaleza y los límites del
conocimiento, a fin de pronosticar y proceder eficazmente: “Ver para prever; prever para
actuar”.
Advierte que, al estudiar la naturaleza, el investigador no comienza a observar con la mente
en blanco, como creía Locke, sino que tiene que hacer varias suposiciones necesarias y
fundamentales. Estas suposiciones especifican en qué consiste la experiencia, qué son los
hechos, cómo se pueden concebir, y hasta cómo se deben percibir. Son necesarias, pues
sin ellas no es posible concebir siquiera la investigación misma, y fundamentales porque
indican cómo obtener conocimientos que llegarán a ser ciencia. Son estrictamente reglas
metodológicas que impropiamente interpretadas crean mitologías y metafísicas, pero que
bien aplicadas indican cómo observar, sin dictar los resultados ni afirmar verdades.
LA FILOSOFÍA COMO MODO DE SABER POSITIVO
El nombre de filosofía designa “el sistema general de las concepciones humanas”. Pero esta
filosofía ha de ser positiva, y este adjetivo designa
¿Qué es un saber positivo? El saber positivo es un saber que responde a un principio
fundamental: nada tiene sentido real e inteligible si no es la enunciación de un hecho o no se
reduce en última instancia al enunciado de un hecho. El vocablo “positivo” tiene, según
Comte, al menos seis acepciones:
1. Se entiende por positivo lo real por oposición a lo quimérico
2. Algo es positivo cuando es útil
3. Algo es positivo cuando es cierto y no indeciso
4. Un conocimiento es positivo cuando realmente es un conocimiento preciso, riguroso y
estricto
5. Es positivo lo que se opone a lo negativo
6. Es positivo aquello que es constatable por oposición a aquello que es inconstatable.
Es el último carácter el que resume a los otros cinco y, por tanto, la positividad se resume en
constatabilidad. ¿Qué es la constatabilidad?, ¿Qué es, por tanto, la positividad?
1. La positividad se halla constituida por ser un carácter que afecta a las cosas en tanto
que, en una o en otra forma, se nos manifiestan. Manifestarse se dice fenómeno
2. Estos fenómenos son algo con que el hombre se encuentra. En cuanto encontrados
en su condición de fenómenos, las cosas son algo que está ahí.
3. Estas cosas, así puestas como fenómenos, han de poder encontrarse de una
manera sumamente precisa: solamente en cuanto observables. No se trata de ir por
detrás de los fenómenos a aquello que se manifiesta en ellos, sino de tomar el
fenómeno puesto ahí en y por sí mismo. Algo es positivo solamente en la medida en
que es observable.
4. Es necesario, además, que el observable sea verificable para cualquiera.
La unidad de estos cuatro cara