DIDÁCTICA DE LAS CIENCIAS ECONÓMICAS | Page 6

Todo se describe basado en un determinismo de tipo causal o culturalista, derivado de los enfoques centrados en los legados culturales. EL POSITIVISMO Y EL AVANCE CIENTÍFICO DEL SIGLO XIX El positivismo consiste en una epistemología que plantea la naturaleza empírica del conocimiento, en una teoría que enlaza ese conocimiento al desarrollo intelectual del individuo y de la sociedad, y en un plan para aplicar los métodos de la ciencia al estudio de las relaciones sociales. Intenta reemplazar, en nombre del progreso, la religión y la metafísica con los procedimientos empíricos de la ciencia moderna. Se pueden distinguir tres grandes corrientes en el positivismo del siglo XIX: el positivismo social, formulado por Auguste Comte, en el que se acentúa la naturaleza histórica y los fines prácticos del conocimiento; el positivismo evolucionista de Herbert Spencer, que afirma un patrón universal de transformaciones progresivas en el conocimiento, la ciencia y la sociedad; y, finalmente, el positivismo de Ernst Mach, que minimiza el componente social y propone una reducción sistemática de los conceptos científicos a las sensaciones. En sus fundadores y en sus seguidores, el positivismo se presenta como la exaltación romántica de la ciencia, comoinfinitización, como pretensión de servir como única religión auténtica y, por tanto, como único fundamento posible de la vida humana individual y social. El positivismo acompaña y provoca el nacimiento y la afirmación de la organización técnico industrial de la sociedad, fundada y condicionada por la ciencia. Expresa las esperanzas, los ideales y la exaltación optimista, que han provocado y acompañado esta fase de la sociedad moderna. El hombre ha creído en esta época haber hallado en la ciencia la garantía infalible de su propio destino. Por esto ha rechazado, por inútil y supersticiosa, toda alegación sobrenatural y ha puesto lo infinito en la ciencia, encerrando en las formas de la misma la moral, la religión, la política, la totalidad de su existencia. El positivismo en sentido estricto corresponde al espíritu de la ciencia moderna tal como se la celebraba en el siglo XIX. Valora las ciencias cuyo estado de desarrollo (la metodología) habría alcanzado el estadio positivo: las matemáticas y la física; en medida notablemente inferior, la química y la biología, y, por último, la sociología o “filosofía social”, que Comte contribuye a elaborar. Los rasgos distintivos del espíritu positivista son las características de las ciencias de la naturaleza más desarrolladas a comienzos del siglo:      Empirismo: la experiencia, la observación de los fenómenos intersubjetivamente controlables, e fuente de conocimientos objetivos. El empirismo constituye una actitud científica relativamente pasiva, moderadamente abierta al experimentalismo, es decir, a la invención, la provocación, construcción de experiencias que suponen, en general, técnica, mediante una vigorosa interacción con la naturaleza; Descriptivismo: el saber positivo es fundamentalmente comprobante: una ley sólo es la fórmula general de una regularidad natural, pues la observación permite comprobar que hasta el presente, un acontecimiento o un hecho de tipo y sigue siempre a un acontecimiento o un hecho de tipo x. La ciencia positivista no pretende tanto explicar los fenómenos naturales (lo que implica el recurso a la noción discutible de “causa”) como describirlos; Abanderamiento antimetafísico: la formulación nomológica de regularidades fenomenales no va más allá de una hipótesis prudente a propósito de lo observable. No da intervención a nociones metafísicas relativas a la naturaleza profunda de las cosas o a sustancias que estén “detrás” de los fenómenos o los hechos observables y ni siquiera a la noción de causalidad. El positivismo es nominalista, rechaza la hipóstasis de abstracción o de entidades no observables empíricamente; Relativismo: no se puede extrapolar (o, en todo caso, sólo con gran prudencia y a modo de hipótesis), ni mucho menos absolutizar. Nada permite afirmar que en el futuro se verificarán las regularidades naturales que se ha comprobado hasta ahora, ni que las leyes astronómicas que se han enunciado a partir de la observación del sistema solar sean válidas más allá de éste; Pragmatismo: «Saber para poder con el fin de proveer». El valor del saber científico, positivo, consiste en su eficacia y en su utilidad social. Las “creencias científicas”, aun