convirtió en la baby sitter de la familia, cuidando a Dante y a Catarina .
Por ese entonces yo trabajaba en una empresa cerealera con sumo desinteres. Luis soñaba con tener una empresa de sonido que lo acompañase en sus recitales. Yo, de sonido, nada; pero la tentación era muy grande y me asocié con dos amigos de Spinetta y formamos una empresa llamada Pure Sound que fue acompañando el lanzamiento de “A 18 minutos”. Pero no duré mucho allí. Entre mi trabajo ejecutivo en la cerealera y como sonidista hubo un desemboque casi trágico. Volvíamos de una gira por Bahía Blanca, agotadora.
Encima mi ánimo no era el mejor y ni bien llegue a casa –agotado- me embullí un Mandrax, poderosa pastillita para quedar bien dormidito, un buen faso y me tome un baño de agua bien caliente. De pronto el mundo comenzó a dar vueltas y me asome a un patio que tenía en el departamento, que daba a un jardincito donde mi vecino estaba vendiendo un auto. Mi intención era pedir socorro, pero mi mente estaba nublada. Me caí practicamente dormido desde un primer piso, desnudo, sobre una mesa de marmol. No recuerdo nada mas hasta que me desperté en el Hospital Italiano con policía a la derecha de mi cama. Mi femur estaba roto. Y cada ocho horas se turnaba un policia. Resulta que al caerme mi vecino llamo a una ambulancia, con la ambulancia vino la policía que rastreo la casa hasta encontrar dos frascos repletos de una riquisima marihuana. Digamos que a la policía no le gustó el asunto del faso y luego de la operación donde me pusieron un clavo enorme me quede un mes mas acompañado por los azules hasta que mi familia consiguió la libertad condicional.