Valorar la sensibilidad táctil y dolorosa en las tres regiones de la cara, comprobar el
reflejo corneal (con una torunda) y la presencia de contracción voluntaria en los
maseteros (hecho en el punto 3). También se puede valorar el reflejo mentoniano.
G) CUELLO
26. Inspeccionar el Cuello
Valorar la simetría del cuello (clavículas, hueco esternal, los ECMs, la laringe y las
ramas de la mandíbula). Durante toda la exploración del cuello pediremos al
paciente que mueva la cabeza hacia diferentes lados para facilitar la palpación
mediante la relajación muscular.
27. Valorar las estructuras de la línea media del cuello
Palpar el hueco supraesternal por encima y por detrás (se puede sentir la aorta).
Localizar la traquea desde ese punto hasta el cartílago hioides buscando bultos o
zonas dolorosas. Identificar y palpar los cartílagos hioides, cricoides y tiroides.
28. Localizar y palpar la glándula tiroidea
Colocar los dedos justo debajo del cartílago cricoides e intentar localizar los
lóbulos, primero el de un lado empujando hacia ese lado la mano opuesta y después
el otro lóbulo, finalmente se puede intentar localizar el istmo. Si el enfermo traga
saliva o agua, al movilizarse la traquea es mas fácil localizar la glándula.
29. Localizar y examinar el músculo esternocleidomastoideo
Desde las inserciones clavicular y esternal hasta la mastoides se va palpando todo el
músculo, cogiéndolo entre el pulgar y los dedos índice y medio. Si el enfermo inclina
la cabeza hacia delante se facilita la exploración.
30. Valorar la zona clavicular
Palpar la zona infraclavicular y luego la supraclavicular (desde la clavícula hasta
los limites de los músculos ECM y trapecio. La palpación hay que hacerla primero
superficial y luego profunda.
31. Valorar la zona posterior
Palpar el músculo trapecio de abajo hacia arriba, incluyendo el reborde anterior y