temperaturas que afectan tanto la precocidad y como la coloración. Se consideran como óptimos valores de humedad relativa entre 70 y 80 %. En condiciones de baja humedad relativa la tasa de traspiración crece, lo que acarrea estrés hídrico, cierre estomático y reducción de la fotosíntesis en las fases de fructificación. Valores extremos de humedad con baja iluminación reducen el cuajo de tomates y la reducción en la viabilidad del polen.
Con respecto a la radiación, la planta de tomate es insensible al foto periodo( entre 8 y 16 horas), aunque requiere de buena iluminación. Los valores de radiación giran en torno a los 0,86 MJ / m 2, el cual es considerado un umbral mínimo para la floración y cuajado. El tomate prospera bien en una gama de suelos, pero se consideran de óptima calidad para la obtención de buenos.
El rango de pH varía entre ligeramente ácido( 5,5) a neutro( 7,0). Los suelos deben poseer facilidad para el desarrollo radical, por lo que no debe presentar capas endurecidas, ni compactas. Por ser un cultivo que requiere de riego por gravedad, requieren de suelos nivelados en donde las aguas de riego deben poseer una baja salinidad. En cuanto a la FAO( 2013) sostiene que los elementos esenciales para la nutrición de las plantas son clasificados en dos grandes grupos: macronutrientes, porque las plantas requieren en mayor cantidad: nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y azufre. Además micronutrientes, porque las plantas requieren en menor cantidad: hierro, molibdeno, boro, cobre, entre otros.
Asimismo establece como macronutrientes necesario el nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y azufre, constituyen aproximadamente el 5 a7 % de la materia seca de la planta. El crecimiento de la planta puede reducirse notablemente cuando hay escasez en el suelo, o porque resulten no asimilables. El potasio( K) su carencia se manifiesta inicialmente en las hojas más viejas, mostrando una decoloración con posterior necrosis de los bordes del primer folíolo unas deficiencias del mismo producen enanismo en la planta. También afecta a la coloración del fruto, apareciendo zonas verdes que amarillean en lugar de ir enrojeciendo.
Por el contrario, fósforo( P) en el cultivo de tomate es recomendable aplicar este elemento antes del trasplante o a la siembra. La falta de fósforo afecta la
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