Decir no a los popotes es una forma de empezar a decir no a un montón de cosas equivocadas que damos por sentadas y que no tenemos porqué suscribir, puede ser un primer paso que cualquiera de nosotros puede dar en el camino hacia la generación de Cero Basura y que nos puede mover sin más trámite de la lectura a la acción; de ser simples espectadores, o peor aún, promotores de un estado de cosas deplorable, a dar testimonio ante nosotros mismos, nuestros hijos y los demás de que vivimos en el error y que mientras más pronto cambiemos, más pronto estaremos de detener este ecocidio del que todos somos parte y que todos procuramos como zombis caminando de la mano hacia el abismo.
Nadie se ha muerto por tomar líquidos directamente de un vaso, desde esta modestísima tribuna invito a mis amigos lectores a que cuando ordenen sus jugos o bebidas se diviertan observando la cara que les ponen cuando les digan:“ Sin popote por favor, los popotes contaminan nuestras playas”
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