La falta de respeto hacia las demás razas “inferiores” era
extrema. Los mismos judíos consideraban los campos de
concentración como “death camps”, campos de exterminio.
Prisoner-B3087, la cual es una novela de Alan Gratz, un gran
escritor estadounidense que se dedica a escribir novelas
relacionadas con hechos reales, presenta la historia de un niño
judío polaco llamado Yanek, el cual pierde a toda su familia y
transcurre por diez campos de concentración en Europa por medio
de la discriminación de los nazis hacia los judíos. El repudio por
los judíos era evidente, es así como separaban los campos de
concentración conforme a las razas; es decir, no tenían a judíos y
a negros juntos. Los trabajos esclavizados que inventaron los
nazis solo para poner a “trabajar” a las diferentes razas
“inferiores”, era inevitable. El poder permanecer un solo día en
un campo de concentración ya hacía que estas personas se
consideren héroes.
Hitler utilizaba a las personas que no pertenecían a la raza
aria para cumplir con los trabajos necesarios en los campos de
concentración, como para servir la “comida” o limpiar los lugares
en donde se encontraban los oficiales, quienes obtenían estos
trabajos ya mencionados, eran los “más afortunados”. Los
funcionarios a cargo de la SS y el mismo Hitler necesitaba que
estos “trabajadores” cumplieran con sus “deberes” y así se
mantuvieran ocupados; no obstante, el exceso de trabajo y el
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