DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 82

Salvador Borrego comuniqué así a Hitler —dice Von Ribbentrop en sus 'Memorias'—, su desengaño fue todavía mayor que el mío. Permaneció callado bastante tiempo, después levantó la vista hacia mí. Finalmente me dijo que durante años había tratado de conseguir un entendimiento entre Inglaterra y Alemania, que había resuelto la cuestión de la Flota de un modo favorable para ellos y que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa en común con aquel país, pero que por lo visto, Inglaterra no quería comprender su actitud". Sin embargo, en agosto de 1936 Hitler hizo otro intento de acercamiento con la Gran Bretaña y envió a Londres a Von Ribbentrop para que gestionara un pacto de amistad. Ambos confiaban en la buena voluntad del Rey Eduardo VIII, que no simpatizaba con el marxismo y que deseaba un acuerdo con Alemania. Pero precisamente en esos días tomaba fuerza una conjura política para nacerlo dimitir, apoyada en una campaña de prensa por su matrimonio con la señora Simpson. El rey abdicó en diciembre y el pacto de amistad anglogermano no pudo concertarse. Seis años después Hitler dijo en una conversación privada: "El golpe de gracia para el duque de Windsor creo que fue su discurso a los excombatientes, en el que dijo que la meta de su vida era la conciliación de Inglaterra y Alemania. Toda la campaña belicista fue montada por Churchill y pagada por los judíos con la colaboración de los Edén, Vansittart y compañía. Los judíos lograron su intentona de apoderarse de toda la prensa. Para agarrar a Rothermere le suprimieron los recursos de la publicidad. Una nación que no elimina a los judíos acaba, tarde o temprano, siendo devorada por ellos". El capitán Russéll Grenfell, historiador inglés, considera nefasta para el mundo la obstinación con que Churchill se negó a recibir la amistad que Hitler le brindaba a Inglaterra. Y también juzga absurda la indignación con que Churchill se refería a la "tiranía nazi", al, mismo tiempo que cortejaba a la tiranía bolchevique, mil veces peor. ("Odio Incondicional". Cap. R. Grenfell). Una y otra vez era evidente que Alemania no quería conflicto con Inglaterra. En cambio lo quería y lo buscaba específicamente con la URSS. Von Ribbentrop tuvo la oportunidad de ser Ministro de Relaciones antes de ser Embajador de Alemania en Londres, pero le pidió a Hitler este último puesto a fin de hacer esfuerzos personales para estrechar la amistad con los británicos. Churchill así lo admite en sus Memorias y lo refiere con las siguientes palabras textuales "Cierto día en 1937 —dos años antes de que se iniciara la guerra— tuve una entrevista con Von Ribbentrop, Embajador de Alemania en Inglaterra. La conversación duró más de una hora. Ribbentrop era sumamente cortés. La parte medular de su declaración fue que Alemania buscaba la amistad de Inglaterra. Dijo que pudo haber sido Ministro de Negocios Extranjeros en Alemania, pero que había pedido a Hitler que le permitiera venir a Londres a fin de presentar el caso completo a favor de una "entente" y hasta de una alianza anglo germana. Alemania respaldaría al Imperio Británico en toda su grandeza y extensión. Posiblemente pediría la devolución de las colonias alemanas, pero eso evidentemente no era un punto cardinal. Lo que se requería era que la Gran Bretaña 82