DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 75

DERROTA MUNDIAL realizaban en Rusia. En el primer caso se trataba de un incidente incruento, pero de honda significación antisionista, y en el segundo de un fanático afianzamiento del marxismo judío. Cuando los nazis multaban con 400 millones de dólares a la Comunidad Israelita por el asesinato de un diplomático, Roosevelt se indignaba y decía que apenas podía creerse que tales cosas ocurrieran en el siglo veinte, pero con benevolente silencio, pasaba de largo las matanzas que padecía el pueblo ruso bajo el régimen judíomarxista. El líder comunista español Víctor Serge huyó de Rusia indignado de esas carnicerías humanas y refirió que muchos de los acusados admitían ser culpables para salvar a sus familias. "Muchos más — dice en "Hitler contra Stalin "— se indignan y acusan: sus gritos son ahogados en las cárceles o se les fusila sin proceso alguno. El número de fusilados asciende probablemente a cien mil. Jamás ningún Estado ha destruido sus cuadros con semejante ensañamiento y de una manera tan completa. Gobierno y comités han sido renovados por lo menos dos veces en dos años. Tan sólo el Ejército perdió 30,000 de los 80,000 oficiales". Estos desmanes, peores que apedrear vitrinas, también ocurrían en el siglo veinte, pero a Roosevelt no le parecían increíbles ni condenables. Y es que en realidad nadie podía acusar en esa época a Stalin de atacar básicamente al movimiento israelita. El periodista norteamericano William L. White acompañó a Eric Johnston, Presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, a una gira por numerosas provincias soviéticas y dio el siguiente testimonio: "Una de las cosas admirables del régimen soviético es su actitud hacia cualquier forma de prejuicio de raza, que contiene con mano firme sin ocuparse de discutir con el pueblo ruso, en el cual el antisemitismo ha sido tradición de siglos... El Gobierno ha realizado un gran esfuerzo para reducir el antisemitismo, con el resultado de que en Rusia su importancia es similar a la que tiene en Estados Unidos, aunque las condiciones en este sentido no son tan excelentes como las que existen en Inglaterra 33 Esa generosidad era explicable porque el judaísmo había participado como factor decisivo en la génesis del régimen bolchevique y seguía siendo su director intelectual. La participación del judaísmo en ese régimen determinó el estrecho entendimiento entre Roosevelt y la URSS y fue asimismo la causa de que los pueblos occidentales —contra sus propios intereses— fueran lanzados a aniquilar a Alemania para salvar al marxismo. Entre el pueblo norteamericano —amante de la libertad, creyente, respetuoso de la vida humana— y el régimen sanguinario y ateísta de plebiscito Moscú, no existía ningún punto de contacto. Pero sí lo había entre el marxismo judío del Kremlin y los prominentes israelitas que rodeaban a Roosevelt. La lista es interminable, pero entre los más conocidos 33 Mi Informe Sobre los Rusos.—William L. White. 75