DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 642
Salvador Borrego
Estado americano y la actual campaña para agitar a Iberoamérica diciéndole que va a
liberarse —como Cuba— del "imperialismo americano".
Tal imperialismo no ha sido otra cosa que imperialismo judío (supercapitalista)
disfrazado y suavizado con rasgos americanos. Y ahora que trata de sustituirlo con un
imperialismo mil veces peor, como es el imperialismo judío-marxista, bajo el cual el pueblo
americano ya no figura como socio y factor atemperante, sino como otra de las víctimas.
Este cambio va realizándose con la ayuda de altos círculos de Washington y se disfraza
ante el pueblo americano con el oropel de que urge hacer reformas en Iberoamérica para
subsanar injusticias internas y para eliminar antiguas injusticias cometidas por Estados
Unidos.
Por otra parte a los iberoamericanos se les hace alentar la ilusión de que van a ser libres
del "imperialismo americano", pero detrás de estas falsas bellezas aguarda un nuevo amo: el
imperialismo marxista.
Es mentira que los cambios que están operándose en Iberoamérica se deban a que hay
gobernantes —como Castro Ruz— que se yerguen temerariamente contra el Coloso del
Norte. Lo que ocurre es que estos cambios se realizan con la complicidad del
Departamento de Estado americano, cuya labor comunizadora es mucho más efectiva —por
lo menos en América— que la realizada desde las.remotas dependencias del Kremlin.
Lo anterior explica que no haya ninguna acción eficaz de la Casa Blanca para frenar el
avance rojo en Iberoamérica y que para acallar la intranquilidad de la opinión pública
estadounidense se adopten de vez en cuando medidas "anticomunistas" engañosas e
ineficaces. Una de éstas fue el famoso "punto IV" de Truman para ayudar a los países
subdesarrollados, ampliado luego con la llamada Alianza Para el Progreso.
Esta alianza plantea la falsa tesis de que el comunismo avanza porque hay pobreza, lo
cual es absolutamente falso porque en sus 48 años de existencia práctica el comunismo no
ha dado prosperidad a ninguno de los países bajo su dominio, y sí avanza es porque hay
una conspiración internacional para ayudarlo.
Cuba era en 1948 uno de los países iberoamericanos con más alto nivel de vida; sus
salarios ocupaban el tercer lugar del Continente; sus índices de desempleo (7%) y de
mortalidad infantil eran los más bajos de Iberoamérica, ocupaba el tercer lugar en
alfabetización, y sin embargo, fue comunizada, no precisamente por la voluntad de su
pueblo, sino por una conjura internacional patrocinada por el Departamento de Estado
americano.
Además, la Alianza Para el Progreso establece la capciosa disyuntiva de "comunización
pacífica o comunización violenta", y para lograr lo primero encauza su apoyo económico
hacia los regímenes procomunistas iberoamericanos y hacia la liquidación de la iniciativa
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