DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 640
Salvador Borrego
intención de anular después al ejército y la policía y poder introducir reformas marxistas
más amplias.
El 20 de septiembre hubo un ciérre de comercios en señal de protesta contra el
comunismo; los militares le pidieron a Bosch que frenara la infiltración roja, éste se negó, el
Secretario Mr. Rusk les dijo a los militares dominicanos que .no fueran a derrocar a Bosch,
pero ellos no se resignaron a la cubanización de su patria, lo depusieron pacíficamente y
prohibieron la conspiración comunista. Desarmaron potenciales agitadores rojos, a los que
quitaron 3,300 armas y cinco mil cartuchos, y algunas veintenas de perturbadores fueron
detenidos.
El país quedó en paz. Pero entonces, naturalmente, el comunismo internacional movió
todos sus recursos para infamar al nuevo régimen como "dictatorial". Kennedy rompió
relaciones y suprimió la ayuda en dólares a los dominicanos. La "no intervención" y la
"autodeterminación de los pueblos" dejó nuevamente de aplicarse a ese país. El ército
dominicano le entregó el poder a un triunvirato de civiles, cual tampoco quería reconocer el
Departamento de Estado americano, pero finalmente tuvo que hacerlo ante la presión
interna en E.U. y la oposición de los dominicanos a ser arrojados nuevamente en brazos de
un régimen procomunista. Pero naturalmente la conspiración internacional comenzó a
preparar la revancha. No menos de 70 agitadores, plenamente identificados, fueron
introduciendo armas automáticas y organizando bandas, y el 24 de abril (1965) pusieron en
práctica la táctica del motín descargando un golpe de anarquismo y terror. Embriagaron a
las turbas, les alentaron la ciega inclinación al pillaje y al asalto a las mujeres y las movieron
hacia encentro de Santo Domingo. Un jolgorio infernal se puso en acción.
Varios oficiales traidores, encabezados por el coronel Francisco Caamaño, ayudaron a
repartir armas. Muchos policías fueron asaltados y muertos en su cuartel.
Los terroristas (que para disfrazarse adoptaron el nombre de "constitucionalistas" se
apoderaron del Puente Duarte y anunciaron que llevaban en la vanguardia a las familias de
los militares leales, a efecto de impedir que éstos atacaran y avanzaran de la base de San
Isidro a Santo Domingo, para restablecer el orden.
Sin embargo, el grueso del ejército (con base en San Isidro), al mando del general Elias
Wessin y Wessin, no se arredró y avanzó, derrotó a los rojos, recuperó el Puente Duarte y
comenzó a limpiar la capital de terroristas. Ante un subcomité del Senado de E.U. se ha
puesto en claro que en ese momento la derrota completa de los comunistas era cuestión de
horas, pero entonces el Presidente Johnson movió a la OEA y envió tropas americanas a la
Dominicana, con el argumento de que iban a evitar que los rojos triunfaran. Sin embargo,
en la práctica resultó todo lo contrario, pues la OEA interpuso las tropas americanas entre
las fuerzas militares leales (de Wessin) y los comunistas de Caamaño, paralizó la
culminación de la batalla y salvó a los rojos de una derrota definitiva. Luego se les permitió
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