DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 635

DERROTA MUNDIAL Cuba, y tampoco permitió que acudieran aviones a última hora a rescatar a los expedicionarios, por lo cual todos fueron capturados. Al mismo tiempo el movimiento de resistencia cubano, desorientado por la intercepción de órdenes realizada en Florida, cayó en poder de Castro Ruz, el cual detuvo a 250,000 personas y las encerró hasta en teatros y campos deportivos. Kennedy calmó luego a la opinión pública americana diciéndole que él asumía la responsabilidad de lo ocurrido y que una nueva acción se realizaría para liberar a Cuba, lo cual no cumplió. El presidente del comité nacional del Partido Republicano, Mr. William E. Miller, dijo el 11 de junio que al cancelar Kennedy a última hora el apoyo aéreo a los anticastristas, había condenado la operación al fracaso. Esto lo reiteró el senador Hugh Scott. Y el senador Rusell B. Long agregó que Kennedy había sido influido desastrosamente por su consejero Stevenson, cosa que reiteró el escritor americano Nathaniel Weyl. ("La Estrella Roja Sobre Cuba"). Así fue frustrada, desde la Casa Blanca, la liberación de Cuba. Las PALABRAS contra Castro Ruz valen bien poco mientras vayan seguidas de ACTOS EN SU FAVOR. Ninguno de los numerosos levantamientos ocurridos en Cuba desde 1960 ha contado con la ayuda del Departamento de Estado americano, no obstante que hubiera sido facilísimo apoyarlos desde la base americana de Guantánamo, establecida en Cuba. En cambio, se ha dado apoyo a falsos anticastristas para que provoquen divisiones entre los propios exiliados. Para liberar a Cuba bastaría con dar público y decidido apoyo político y militar a la población anticastrista. Por el contrario, el Departamento.de Estado americano se ha convertido en protector de Castro. Mientras tanto, van estrechándose más las cadenas alrededor del pueblo cubano. La vieja creencia de que un régimen no se sostiene contra la oposición de las mayorías no es ya válida bajo las tiranías rojas que han tecnificado terror y propaganda para la subyugación de las masas. Peritos llegados de la URSS se han encargado de esa tarea en Cuba y entre ellos figura Fabio Grobart, judío polaco entrenado en Moscú, cuyo verdadero nombre es Abraham Zincowich, con más de veinte años de residencia en Cuba. Zincowich actúa desde las sombras y colocó como jefe del Partido Socialista Popular (comunista) a un hombre de su confianza, Blas Roca, llamado en realidad Francisco Calderio. Así las cosas, resulta muy natural que el Congreso Judío Mundial reunido en Ginebra declarara el 20 de diciembre (1961) que "en Cuba no hay antisemitismo... al contrario, estamos satisfechos porque el régimen en el poder está dedicado a suprimir toda forma de discriminación racial". Igualmente explicable es que (enero 18 de 1962) la Federación de Entidades Culturales Judías de Argentina hiciera una exhortación para que no se adoptara ningún acuerdo contrario al régimen marxista-leninista de Castro Ruz. Y en marzo el Presidente del 635