DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 574
Salvador Borrego
marxismo. Además, en 1950 el senador. McCarthy comenzó a denunciar claramente las
inauditas maniobras de los más altos funcionarios del país, que favorecían a la URSS.
Todo esto provocó un punto de cambio en la ya cínica conducta de los traidores, que
se volvieron entonces menos ostentosos y más precavidos. Y fue en esos días cuando surgió
súbitamente la guerra de Corea como gigantesca mampara del contubernio con el bolche-
vismo. Y mientras por un lado se favorecía a éste con solapadas pero eficaces concesiones,
por la otra se le "combatía" ineficazmente para acallar así el descontento popular y despistar
a quienes ya estaban advirtiendo algo siniestro en la política exterior de la Casa Blanca.
Ahora bien, ese "combate" no debería ir tan lejos, ni ser tan eficaz y verdadero como el
general MacArthur lo quería. Así empezaron las dificultades entre él y Truman. Por
principio de cuentas MacArthur comenzó por evidenciar el absurdo de que a Chiang Kai
Shek se le hubiera proclamado paladín de la libertad y uno de los "cinco grandes" cuando
luchaba contra los japoneses, y en cambio se le negara ayuda y se le presentara como
tiranuelo, despilfarrador e inútil cuando ya sólo representaba una barrera anticomunista en
Asia. . Bien pronto la guerra de Corea reveló cuanta razón tenían Forrestal y otros jefes
norteamericanos cuando calificaban de traición el rápido desarme. Meses más tarde
centenas de millares de chinos fueron lanzados por los comunistas contra las tropas de
MacArthur. El potencial humano que Roosevelt, Truman y el movimiento político judío
habían cedido al marxismo israelita de Moscú, estaba siendo utilizado ya contra el pueblo
americano.
Ante esa indignante situación el general MacArthur hizo tres demandas a Truman:
bloqueo de China roja; ataques aéreos a Manchuria, y refuerzos a Chiang Kai Shek para
que participara en la lucha. Eso era tanto como practicar el anticomunismo en serio, y en
los tres puntos se le contestó negativamente. Por último, se le destituyó.
¡Había cometido el crimen de ver con claridad!...
"Pedí refuerzos, dijo MacArthur el 19 de abril de 1951, pero se me informó que no se
disponía de ellos. Señalé claramente que si no se permitía que destruyéramos las bases
construidas por el enemigo en el norte de Jalú, si no se permitía que usáramos la fuerza
china amiga de 600,000 hombres que hay en Formosa, si no se permitía que bloqueáramos
la costa china para evitar que los rojos chinos recibieran socorros del exterior, y si no había
esperanza de recibir refuerzos considerables, la posición del mando desde el punto de vista
militar hacía prohibitiva la victoria... ¿Por qué —me preguntaban mis soldados— cederle
ventajas militares a un enemigo en campaña? No pude contestarles".
MacArthur fue acusado de belicoso por pedir esa victoria. Es extraño que mientras se
trató de luchar contra el nacionalismo de Hitler, los estadistas consideraron un delito ser
pacifista, pero cuando se trató de luchar contra el bolchevismo, el delito consistía en no ser
"apaciguador".
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