DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 575

DERROTA MUNDIAL MacArthur recogió e interpretó —con autoridad y honradez— una gran inquietud del pueblo norteamericano. E! pueblo le dio su aprobación en espontáneas manifestaciones de apoyo. Y porque veía con claridad y porque estuvo con su pueblo y no con las altas esferas procomunistas, fue destituido y maniobrado para anularlo como candidato a la presidencia. Acerca de las protestas de MacArthur, de numerosos, legisladores y de millones de estadounidenses porque miles de jóvenes estaban muriendo en Corea sin esperanzas de victoria, Truman dijo que eran simple "demagogia". Inauditamente replicó por qué no protestaban por las bajas que la población sufría en los accidentes de las carreteras, que anualmente costaban 35,000 vidas y un millón de lesionados. ¡Dentro de los planes judíos no hay conmiseración para los goims" Más tarde MacArthur reveló al periodista Jim G. Lucas, de la Scrippe-Howard (enero 20 de 1954) qué todos los mensajes que él enviaba a la Casa Blanca, sobre sus planes y la situación de sus tropas, el Departamento de Estado americano los hacía llegar a los comunistas chinos, con agregados de lo que la Casa Blanca le permitiría o le impediría hacer a MacArthur. 221 Otro comandante norteamericano siguió los pasos de MacArthur. El general James A. Van Fleet, comandante del octavo ejército a mericano en el frente de Corea, declaró ante el Senado (marzo 5 de 1953) que en junio de 1951 estaba "pidiendo a gritos" al Departamento de la Defensa que lo dejara en libertad de actuar porque tenía a los comunistas en fuga y podía aplicarles un golpe de muerte... Pero se le ordenó no avanzar. La aparente lucha antibolchevique no debería ir tan lejos que se convirtiera en auténtica. Posteriormente Van Fleet pidió su retiro del ejército y escribió: "Durante los 22 meses de mi mando frecuentemente advertí oportunidades favorables para destruir los ejércitos y los materiales bélicos de los chinos rojos... Ahora bien, cuando un comandante militar en plena guerra descubre una oportunidad para la victoria, y sus superiores, por razones de alta política, le ordenan que no lleve adelante su ventaja, tiene que padecer una sensación de fracaso... Ahora, desde mi retiro, hablo al pueblo americano con la mayor claridad posible, en defensa de lo que creo ser del interés de mi país... Mi conciencia no me permite callar". 222 Al igual que tos generales MacArthur y Van Fleet, el general Mark Clark —sucesor de MacArthur— declaró que los altos jefes de la política impidieron varias veces el triunfo en Corea; Disgustado por ese absurdo también pidió su retiro y se dedicó a vender maquinaria agrícola. El general Albert C. Wedemeyer siguió el mismo camino. Todos ellos habían querido defender los intereses del pueblo norteamericano; todos ellos habían sido anticomunistas de verdad y por tanto no resultaban útiles para la mascarada sangrienta de 221 222 Término hebreo despectivo para los cristianos. "La Verdad sobre Corea".-Gral. James A. Van Fleet. 575