DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 555

DERROTA MUNDIAL (comandante del campo de Auschwitz) se inventó "su confesión" sobre las matanzas y se tradujo a todos los idiomas para "confirmar" en el mundo entero lo de los "6 millones" de "liquidados". Todo esto tiene por objeto desplegar una enorme cortina de compasión hacia los hebreos para encubrir los móviles políticos de sus jefes internacionales, empeñados en una lucha total contra el mundo cristiano. (Como ganancia extra Israel ha recibido de Alemania una indemnización equivalente a 48,000 millones de pesos mexicanos en 16 años). Para elaborar el mito de los 6 millones de judíos muertos (todos los que habitaban en Europa) no se omitieron trucos. Por ejemplo, un bombardeo aliado había devastado la población alemana de Weimar, poco antes de que terminara la guerra, y eran tantos los muertos que el jefe de la policía, Walter Schmidt, optó por incinerarlos, de lo cual tomó fotos. Pues bien, esas fotos de alemanes muertos por los aviones aliados fueron luego exhibidas como si se tratara de israelitas asesinados. En Munich ocurrió algo parecido y el arzobispo y cardenal Faulhaber atestiguó que los cadáveres encontrados por los aliados en el crematorio del campo de Dachau no eran de judíos, sino de alemanes muertos en el bombardeo de la ciudad. Agregó que en Dachau nunca existieron cámaras de gas, como ahora se dice que las hubo. Por su parte, el abogado Stephen F. Pinter, de St. Louis, Mo., estuvo seis años en Alemania como funcionario del Departamento de Guerra de Estados Unidos, comisionado para investigar lo de los campos de concentración, y afirma que lo de las cámaras de gas para matar judíos carece totalmente de fundamento; en cuanto a los hor- nos crematorios, no eran para exterminar a nadie, sino para cremar cadáveres. Mr. Pinter agrega que él fue la primera autoridad aliada que recibió el campo de concentración de Flósenburg y precisó que ahí no habían muerto más de 200 personas, pero meses después se enteró con sorpresa que estaban celebrándose ceremonias en Flósenburg para honrar a los "tres mil exterminados". El doctor judío Benedilct Kautsky, que estuvo internado en Auschwitz y en otros campos, dice: "Yo estuve en los grandes KZ de Alemania. Pero, conforme a la verdad, tengo que estipular que no he encontrado jamás en ningún campo ninguna instalación como cámara de gaseamiento". 215 215 La Mentira de Ulises.—Por Paul Rassinier, antiguo internado en campos de concentración. 555