DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 542
Salvador Borrego
como uno de los 'grandes hombres' del Occidente cristiano". El yugoslavo Milovan Djilas
dice que se enteró "con espanto" de que en Prusia Oriental los soviéticos mataban a palos a
los niños alemanes, pero más le sorprendió que cuando entraron en Yugoslavia —país que
durante 4 años había luchado en el mismo bando que la URSS— los soviéticos cometieron
toda clase de tropelías con la población civil. Pero más le sorprendió después a Djilas oír
comentar a Stalin que "había que dejarles un poco de iniciativa a los soldados".
Y en tanto que ocurrían todas esas matanzas bajo la sombra del Ejército Rojo y la
complicidad de Churchill y Harry Salomón Truman, se montaba en Nuremberg el más
famoso de los juicios contra "criminales de guerra" nazis. Hubo no menos de 24,00 0
juicios, y además matanzas colectivas sin proceso alguno, pero al de Nuremberg se le dio
vasta publicidad porque ahí iban a ser ahorcados los 12 jefes principales del régimen de
Hitler.
¿Y por qué fue en Nuremberg y no en Berlín? ¿Por qué en Nuremberg y no en la
capital, que era donde convergían las autoridades de las cuatro naciones ocupantes? El
porqué de ese aparente capricho se remonta al 15 de septiembre de 1935, fecha en que se
promulgaron en Nuremberg los decretos inspirados por Hitler para que la vida artística,
cultural, comercial, económica y política de Alemania se sustrajera a la desproporcionada
influencia que ejercía sobre ella una minoría étnica de hebreos. Mediante esos decretos el
régimen nazi cometía el "crimen" de hacer que el país conservara sus propios cauces
nacionalistas.
Nuremberg fue simbólicamente la venganza del poder secreto israelita contra el único
movimiento político e ideológico que lo ha desafiado en los últimos siglos.
La ignominia de ejecutar a los caídos rara vez ha cabido en la dura, pero limpia alma
del soldado. Entre todos los auténticos guerreros hay caballerosidad por sobre todas las
diferencias raciales, mas el hebreo no tiene nada de común con el franco espíritu de la
milicia que desde el uniforme y las insignias ostenta lo que es y para lo que es. El judío, por
el contrario, rehúye todo lo que sea lucha abierta y prefiere lo encubierto y lo insidioso.
No obstante ser enemigo de Pompeyo, César reprobó que Teodosio lo hubiera
ejecutado al hacerlo prisionero. A los generales capturados procuró ganárselos y escribió a
Roma que el fruto de su victoria era salvar a algunos de aquellos que siempre le habían sido
contrarios. Más tarde lamentó que otro de sus grandes enemigos, Catón, se hubiera
suicidado, y en su memoria trató con indulgencia a los prisioneros. Plutarco refiere
asimismo que Alejandro Magno era tan benigno en la victoria como terrible en el combate.
En la India luchó enconadamente contra el rey Poro, mas luego que lo tuvo en su poder
desistió de todo intento de venganza.
Gengis Khan es el prototipo del guerrero cruel con el vencido. Cuando derrotó a
Tungay Khan, en Samarcanda, hizo asesinatos en masa; en otra ocasión capturó al hijo de
542