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DERROTA MUNDIAL
Los aliados occidentales hicieron numerosas ejecuciones sumarias y luego montaron
tribunales en que eran juez y parte. Hasta el 19 de diciembre de 1946 habían condenado a
muerte a 1,432 prisioneros alemanes, y a largas penas de prisión a 15,413, pero otros
muchos miles se hallaban pendientes de sentencia.
Por su parte, los soviéticos expulsaron a millones de civiles de la parte oriental de
Alemania y a otros muchos los llevaron como esclavos a la URSS, donde los tuvieron
trabajando en condiciones tales que la mayoría moría en meses, de agotamiento y
desnutrición. El perito germano Walter Ludde-Neurath logró reunir datos según los cuales
perecieron tres millones de alemanes en la zona oriental. Las vejaciones sufridas por otros
muchos millones de alemanes son inenarrables.
El escritor inglés F. J. P. Véale dice que los alemanes eran reunidos por las tropas
soviéticas en gigantescos rebaños humanos y conducidos al Oriente casi sin ropa ni
alimentos. Aquello fue una matanza peor, afirma, que las de Dresden, Hiroshima y
Nagasaki.
El 2 de septiembre de 1950 (5 años después de terminada la guerra), se calculaba en
Washington que millón y medio de prisioneros alemanes habían perecido en Rusia. En
1963 la Asociación Alemana de Repatriados aún no lograba averiguar la suerte de un
millón doscientos mil soldados y setecientos mil civiles alemanes conducidos a la URSS.
Más de 150,000 anticomunistas auténticos, que eran rusos, eslovenos, croatas,
yugoslavos, etc., al terminar la guerra se pusieron a las órdenes de Occidente y rindieron
sus armas ante las tropas británicas después de que se les ofreció asilo. Pero Churchill
cometió entonces uno de los actos más ruines de la historia. Desarmado el grueso de esas
tropas, Churchill ordenó que fueran entregadas a los bolcheviques, quienes se dedicaron a
asesinar cautivos. Y además de los militares, también fueron entregados a los rojos 35,000
civiles (incluso mujeres y niños) que se negaban a regresar a la URSS, El rumano Traian
Romanescu dice:
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"Cuando esos hombres sin defensa, amontonados unos con otros y deteniéndose las
manos, rehusaban subir a los camiones llegados para "repatriarlos", los ingleses
intervinieron con los tanques asesinando a seres inocentes que se oponían a ser enviados a
la muerte. Este macabro espectáculo duró tres días.... Entre Linz y Viena hay ahora un
cementerio común de los cosacos asesinados por los piratas de Churchill y de Su
Majestad, el rey lacayo de la judío masonería de Inglaterra... Han pasado años desde
entonces, Churchill continúa siendo considerado por los pueblos ignorantes de la verdad
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"La Gran Conspiración Judia".—Por Traian Romanescu.—1956.
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