DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 525
DERROTA MUNDIAL
rendición. Ojalá que en el futuro sea un punto de honor para los oficiales alemanes, como
lo es ya para nuestra marina, que la rendición de un distrito o de una población no se
consume, y que sobre todas las cosas, los comandantes den un resplandeciente ejemplo de
fiel devoción al deber hasta la muerte.
"Aun cuando algunos de estos hombres, tales como Martín Bormann, el Dr. Goebbels,
etc., así como sus mujeres, acudieron a mí por su propia voluntad, y no desean abandonar
la capital del Reich por ninguna circunstancia sino caer conmigo aquí, debo pedirles, sin
embargo, que entiendan mi petición y que en este caso antepongan los intereses de la
nación a sus propios sentimientos.
"Permanecerán tan cerca de mí después de muerto, por conducto de su trabajo y de su
lealtad como camaradas, como espero que mi espíritu permanecerá entre ellos y siempre
los acompañe. Que sean severos, pero jamas injustos. Que el temor jamas llegue a influir en
sus actos y que coloquen el honor de la nación sobre todo lo que existe en la tierra. En fin,
que comprendan que nuestra tarea, el establecimiento de un Estado nacionalsocialista, re-
presenta la labor, de siglos y que obliga a cada individuo a servir siempre el interés común
antes que el beneficio propio. (A continuación nombraba sucesor suyo al Almirante Karl
Doenitz y destituía a Goering y a Himmler; el primero era sustituido por el general Von
Greim y el segundo por Hanke):
"Pido a todos los alemanes, a todos los hombres nacionalsocialistas, a las mujeres y a
todos los soldados del ejército alemán, que manifiesten lealtad y obediencia al nuevo
gobierno y a su presidente hasta la muerte. Sobre todo exhorto al Gobierno de la nación y
al pueblo para que apoyen las leyes raciales hasta el límite y se opongan implacablemente a
los envenenadores de todas las naciones: la judería internacional.—Berlín, 29 de abril de
1945.—4 horas.—A. Hitler.*
La Moral no puede aceptar el suicidio en ningún caso. Pero cabe una hipótesis: que
Hitler y Eva Braun hayan obrada por las terribles circunstancias en que se hallaban, sin
pleno conocimiento de lo que hacían ni privarse de la vida, y por lo tanto, que no hayan
tenido un consentimiento pleno de ese pecado como tal, y ya se sabe que sin pleno
conocimiento y pleno consentimiento no hay responsabilidad moral.
INCONDICIONALMENTE HASTA LA MUERTE
El Ministro de Propaganda, Joseph Goebbels, agregó un apéndice que dice: "El
Führer me ha ordenado que salga de Berlín en caso de que se derrumbe la resistencia de
la capital del Reich y que participe como miembro notable en el Gobierno designado por
él. Por primera vez en mi vida debo negarme categóricamente a obedecer una orden del
Führer. En esta negativa se me unen mi mujer y mis hijos. "En la pesadilla de traición que
rodea al Caudillo en estos días, los más críticos de la guerra, debe haber cuando menos,
algunas personas que le sigan incondicionalmente hasta la muerte... Creo que en esto
525