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DERROTA MUNDIAL
Pero mediante estas restricciones y la
movilización más drástica de 1943 (que por cierto
se implantaba inexplicablemente tarde), en Í944
la producción alcanzó un máximo increíble. En
las peores condiciones desde que se había
empezado la guerra, debido a los devastadores
bombardeos y a las. bajas padecidas, el ministro
Speer hizo milagros y en algunos ramos
sextuplicó la producción. En 1944 se produjo
material suficiente para equipar 130 divisiones
nuevas, como jamás se había logrado antes .El
siguiente cuadro da una idea del esfuerzo
realizado:
La moral, sin embargo, descendió más
entre numerosos funcionarios que fueron fácil
presa de los conspiradores natos, o sea de los
que conspiraban por razones ideológicas desde
antes de iniciarse la guerra. Una lejana
ramificación de este grupo fue descubierta por
Ministro Albert Speer.- Bajo el
la Gestapo y nuevamente estuvo en grave
bombardeo había subido la
producción a niveles nunca
peligro el Almirante Canaris. A esto siguió una
logrados.
reorganización del Servicio Secreto y a Canaris
se le dio la Jefatura del Departamento de
Guerra Económica. No obstante, logró dejar cómplices suyos en el Servicio Secreto.
Los conspiradores integraron nominalmente un gobierno para sustituir a Hitler luego
que fuera asesinado: presidente, el general Ludwig Bekc, ex jefe del Estado Mayor
General; Canciller, doctor Goerdeler; ministro de Guerra, general Olbricht; jefe del
Ejército, mariscal Von Witzleben. Según el historiador antinazi Walter Goerlitz, a traves
del banquero sueco Wallenberg se hicieron conexiones con los amigos de Alemania, y
Churchill dio su agreement a ese proyecto de Gobierno.
El desánimo de muchos generales era percibido por Hitler y sus legados. Martín
Bormann le escribía a su mujer el 15 de julio: "Resulta sorprendente que esta guerra revele
de un modo más claro cada día que pasa, que es el Führer y los miembros más destacados
del Partido quienes están imbuidos de la salvaje decisión de continuar la lucha y la
resistencia, y no los militares, los cuales cuanto más elevado es su rango, tanta más pasión
deberían demostrar por esta lucha".
Hjalmar Schacht (el antiguo banquero y ex miembro del Gabinete e Hitler) salvó al
conspirador Goerdeler de ser descubierto por la Gestapo. Para esto se valió de sus amigos
judíos de L ondres, quienes advertidos del peligro le escribieron una carta a Goerdeler,
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