DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 405

DERROTA MUNDIAL bombásticamente de heroísmo donde no hay ni la más leve sombra de él. A fines de julio, cuando las 9 divisiones italianas fortificadas en Sicilia deponían las armas sin luchar, el Gran Consejo Fascista que derrocaba a Mussolini dedicó "un recuerdo, ante todo, a los heroicos combatientes de todas las armas, que codo con codo con la población valerosa de Sicilia, que ha dado lustre extraordinario a la fe unánime del pueblo italiano, renovaron las nobles tradiciones de valor temerario y de indómito espíritu de sacrificio". (¿? ...) Quienes alentaron la traición de Italia contaron con terreno propicio. Los judíos y los masones habían gozado de grandes libertades para minar la resistencia ya de por sí débil y conservaban puestos hasta en el ejército. Ya un año antes Berlín se había quejado de estas complacencias peligrosas, pero Mussolini creía que se trataba de temores exagerados. El periodista español Herráiz refiere el estado de ánimo de los italianos en aquellos días: "La población soñaba en la mantequilla centrífuga, el tabaco de Virginia, los bizcochos vi- taminados; las muchachas, en Clark Gabíe en cada esquina de Roma... Entretanto, seguían haciéndose chistes a costa del enemigo. .. Un joven italiano, algo enfermo del hígado, llegó a comerse 20 huevos al día para ponerse peor y no ir al servicio militar... Pues entonces en un mes pueden estar en Roma, comentó despreocupadamente un oficial italiano al enterarse de que habían desembarcado los aliados en el sur de Italia.. El primer bombardeo que sufrió Roma fue una escena de desorganización. Sólo las baterías antiaéreas alemanas actuaron con serenidad... Roma sufrió su primer bombardeo (de 200 aviones) con un terror cerval, terror indescriptible, frenético e histérico... Al enterarse de lo sucedido, los más ardientes partidarios de Mussolini se aprestaron a hacer declaraciones antifascistas, monarquistas, badoglistas, liberalistas, socialistas, comunistas, etc. Y al sucesor de Mussolini, el masón mariscal Badoglio, se le llama glorioso. Los comunistas iniciaron inmediatamente huelgas en las fábricas bélicas de Turín. Al ocurrir la invasión aliada de Italia, el ejército alemán sostenía sobre el plano de Europa una guerra disforme, heroica y costosísima y no podía hacer más que ordenar a sus divisiones que lucharan hasta el último instante. Mi entras, más de cinco millones de italianos movilizados se paseaban por la Península, indiferentes a sus deberes y al llamamiento de su patria. Los bares seguían con su clientela habitual. Los soldados decían que la retaguardia no los apoyaba, y la retaguardia decía que los soldados no se batían denodadamente... El príncipe Humberto declaró a los periodistas norteamericanos: Buenos sustos me ha hecho pasar en Sicilia la aviación de ustedes". Badoglio dice ("Italia en la Segunda Guerra Mundial") que apenas llegó al poder hizo "llamar a algunos hebreos notables y les comunicó . que si bien, por el momento, no podía abolir radicalmente las leyes existentes, daría por lo menos órdenes para que no se apli- caran en ningún caso". El judío Sforza fue llevado a los altos círculos oficiales y el comunista Togliatti pudo regresar de Moscú, donde había pasado 10 años. 405