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DERROTA MUNDIAL
resistencia realmente extraordinario, siempre que se le proporcionen suficientes refuerzos y
pertrechos, y no podría ser derrotada nisiquiera por británica o norteamericana de
superioridad numérica abrumadora" como más tarde iba a demostrarlo en Cassino. Y a los
1,012 aviones que operaban ya en el frente del Mediterráneo, Hitler agregó 754 más,
restándoselos al frente ruso, y luego otros 669, paracubrir las bajas. La base aliada de Malta
fue sometida a más de tres mil ataques aéreos y se arrojaron sobre ella 12,000 toneladas de
explosivos a fin de hacer posible su invasión por los italianos, pero Mussolini se arredró. El
Mariscal Kesselring, comandante alemán en el frente del Mediterráneo, dice que tal cosa
fue un gravísimo error. Consideraba que Malta hubiera decidido la lucha de África a favor
del Eje, lo cual habría modificado todo el curso de la guerra.
Mes y medio más tarde Mussolini le comunicaba a Hitler que no había podido
asegurar el abastecimiento de las tropas germanoitalianas en Túnez; sus desplantes de
Caudillo carecían de la autoridad suficiente para .lanzar la flota a la batalla. "Hoy —escribía
el 30 de abril de 1943— se perdieron tres destructores; dos de ellos llevaban tropas
alemanas y el otro municiones". Y como era natural, la resistencia en Túnez se desplomó y
el 9 de mayo cesó la batalla en ese frente. "Muchos soldados italianos —dice el español
Ismael Herráiz— deseaban que los alemanes se perdieran en Túnez, y que se perdieran
también los italianos que los acompañaban, con tal que aquéllos no se salvaran. Era el
despecho de un pigmeo ante el gigante que ofende con su sola presencia".
Después de Túnez los aliados brincaron a la isla de Pantellería. La guarnición italiana
de 15,000 hombres disponía de poderosos cañones subterráneos pero rindió, su fortaleza
sin combatir. Churchill refiere que sólo hubo una baja, de un soldado americano mordido
por una mula. "Durante los dos días siguientes —agrega— cayeron las islas de Lampedusa y
Linosa. La primera ante un piloto de aviación que se había visto obligado a aterrizar por
falta de combustible".
Sin resistencia a la vista, los ejércitos angloamericanos se lanzaron a la invasión de
Sicilia, que es la más grande isla italiana; se hallaba defendida por 9 divisiones italianas y 4
alemanas. La operación aerotransportada de los aliados fue defectuosamente realizada y
numerosos planeadores cayeron al mar. El mayor O. J. Jackson dice en "Trazado para el
Asalto Sobre Sicilia", que sólo el 9% de los planeadores llegó con precisión a sus objetivos.
Una flotilla de transportes de tropas voló sobre la flota angloamericana, que acababa de ser
atacada por aviones alemanes, y los artilleros abrieron nerviosamente el fuego sin advertir
que eran sus propios aviones.
Esto causó una grave confusión y varios transportes de tropas cayeron al mar y otros se
desviaron y arrojaron a sus paracaidistas antes de tiempo. Pero los italianos
desaprove charon esa circunstancia favorable debido a que desatendieron el consejo de los
alemanes y se empeñaron en situar su artillería costera muy atrás de las playas, con objeto
de quedar lo más lejos posible del fuego de los barcos aliados. Esto dio por resultado que
los atacantes afianzaran sus cabezas de puente sin ninguna interferencia. El combate en
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