DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Página 384
Salvador Borrego
El general americano Eaker explicó de la siguiente manera el fracaso del día 14: "La
Luftwaffe desarrolló una operación que por su- magnitud, la habilidad de su preparación y
el espíritu con que fue ejecutada no ha sido vista jamás hasta el presente". Por lo pronto, la
8ª Fuerza .Aérea de Roosevelt quedó imposibilitada para nuevas misiones; sus tripulantes
habían sufrido una sensible depresión y el general Spaatz fue llamado a Washington para
discutir la crisis. Una vez más se evidenciaba que eran mucho más cómodos los ataques
nocturnos contra la población civil, pero aun éstos tuvieron que ser frenados en el verano
de 1943. "El techo del hogar alemán había sido remendado", según dice el general Galland,
jefe de los cazas alemanes en aquella época.
Los modelos mejorados del Me-109 tenían sistemas de sobre potencia, como el
inyectar metanol en los cilindros, y desarrollaban 720 kilómetros por hora. Trepaban
7,000 metros en 6 minutos, aunque eran menos maniobrables que el caza inglés "Spitfire".
Las batallas se libraban cada vez más alto, de 8,000 a 11,000 metros, con máscaras de
oxígeno. El mismo año quedó listo el modelo mejorado del Foke Wulf 190, con motor de
enfriamiento por aire, de 2,000 caballos y 720 kilómetros por hora.
Otros de los motivos de esperanza para Alemania fue que el motor de chorro,
probado en un avión He-178, en 1939, había sido perfeccionado y permitió construir el
avión de retroimpulso Me-262, probado a satisfacción en mayo de 1943, después de que el
proyecto había estado abandonado un año porque Goering dudó que fuera viable. Este
aparato era el primero del mundo que utilizaba eficazmente la propulsión de chorro y
podía volar a 950 kilómetros por hora. Era tan superior a todos los modelos de su época
que si su producción en serie lograba apresurarse, pondría rápidamente fin a los ataques
aliados de terror.
Sin embargo, iban a perderse otros seis meses más, en discusiones y planes, porque
Hitler se empeñaba en hacerlo bombardero (para repeler la inminente invasión
angloamericana de Europa Occidental), en tanto que la Luftwaffe quería utilizarlo como
caza.
DESASTRE ALEMAN EN LABATALLA DEL ATLANTICO
Desde que principió 1943 la lucha en el mar tomó mal cariz para Alemania. El año
anterior la flotilla de submarinos que operaba en el Círculo Polar Ártico, interceptando
convoyes que llevaban a Rusia armas británicas y norteamericanas, se había apuntado
buenos triunfos. En un combate llegó a hundir 32 barcos de un convoy de 38. Más de
doscientas mil toneladas a pique con valiosísimo material de guerra.
En el Ártico la lucha tenía peculiares penalidades. Las nevadas y el oscurecimiento
desde las primeras horas de la tarde dificultaban la localización de los convoyes. Por eso se
decía que el personal da esa flotilla necesitaba ser "más duro que el hielo".
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