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DERROTA MUNDIAL
El general Kurt Zeitzler, jefe del Estado Mayor general alemán, trazó un plan para
copar los grupos de ejércitos soviéticos de Vatutin y Konew, aprovechando un saliente del
frente ruso entre las plazas de Orel y Belgorod, en el área de Kursk.
Hitler llamó nuevamente al servicio al general Guderian, que ya se había
restablecido, y le pidió su opinión sobre dicho plan. Guderian manifestó que no lo creía
viable. "Tiene usted toda la razón, dijo Hitler. Se me revuelve el estómago cada vez que
pienso en ese ataque". El general Jodl, jefe del Estado Mayor del Alto Mando, y el mariscal
Von Kleist, eran de la misma opinión.
Inicialmente esa operación (llamada "Ciudadela") se había proyectado para mediados
de mayo. El mariscal Von Manstein insistía en que no se diera a los soviéticos tiempo de
reponerse. En cambio, el general Model decía que éstos tenían trincheras muy profundas
y un nuevo cañón antitanque, por lo cual pedía que la operación se pospusiera a fin de
prepararla mejor.
Von Manstein dice que Model gozaba de gran confianza de Hitler por su energía
extremada y por su resistencia tenaz. Tenía gran capacidad de trabajo, una energía
extraordinaria, si bien un poco despiadada a veces. Era a todas luces un optimista por
temperamento para quien la palabra dificultad carecía de significación. El hecho de que
fuera precisamente Model quien recomendara prudencia, influyó para que Hitler aplazara
la operación.
Hitler dio además la justificación de que a mediados de mayo se disponía de 686
tanques y 160 cañones para la operación "Ciudadela", y que para julio habría 1,081 tanques
y 376 cañones. Para entonces podría incluso disponerse de algunos tanques del nuevo
modelo "Pantera" y "Tigre" con una coraza de 10 y 15 centímetros en la parte frontal, o sea
el doble de los anteriores. El poder de penetración de sus disparos había aumentado casi
al cuádruple El general Guderian refiere que Hitler se hallaba entonces muy interesado en
perfeccionar el blindaje, en cuya materia "demostraba gran conocimiento" y que seguía
repudiando la ofensiva "Ciudadela"; por lo cual no se explica cómo fue que poco después
dio su consentimiento para que se lanzara el 5 de julio. Al parecer, lo hizo bajo la presión
de Zeitzler, Jefe del Estado Mayor General, de Von Manstein y de otros generales.
Von Manstein tenía muchas esperanzas en esta operación y pedía insistentemente
que se le dedicaran todas las reservas alemanas. Veía con malos ojos que precisamente en
esos días Hitler estuviera enviando refuerzos a Grecia, a Creta, a Cerdeña, a Sicilia y a
Italia, en previsión de ataques angloamericanos por el Mediterráneo.
En tales circunstancias la ofensiva empezó el 5 de julio con una enorme batalla de
tanques en la que participaron 17 divisiones blindadas alemanas y 19 de infantería. La
ambiciosa meta era cercar en el area de Kursk más de 90 divisiones soviéticas. Para el
efecto, el 9º ejército blindado alemán, del general Model, atacaba al norte de Kursk, y bas-
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