DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 338

Salvador Borrego Leeb "no tenía puesto el corazón en esto. Además de considerar la aventura como sin esperanza, también se oponía al régimen nazi". El mariscal Von Mackensen y el general Streccius hacían circular una falsa carta del extinto aviador Moelders, a quien se le atribuía una excitativa a la juventud alemana para que no luchara más por el nacionalsocialismo. El general Stuelpnagel, comandante en París, se negaba a adoptar medidas severas para reprimir el sabotaje, que cada día sustraía más fuerzas a la campaña de Rusia. Coronel General Franz Halder, jefe del E.M. General. En constantes disputas con Hitler. El Fuehrer lo acusaba de restarle energías con sus interferencias. Por su parte Halder consideraba que Hitler se perdia en “especulaciones misticas”. Hitler sólo percibía parte de la resistencia y hacía cambios por gente que consideraba de confianza, pero el fondo de la conspiración o del malestar creado por los descontentos seguía minando los cimientos. El general Blumentritt refirió al historiador británico Liddell Hart que Hitler "envidiaba a Stalin porque tenía un ejército y generales completamente impregnados de la propia ideología, mientras que los generales alemanes no tenían las mismas creencias fanáticas en el nacionalsocialismo". "Ellos —decía Hitler— tienen escrúpulos, hacen objeciones y no están lo suficientemente conmigo". Muchos no podían estarlo. Pertenecían a una casta aristocrática, difícilmente asimilable a la doctrina nacionalsocialista. El diplomático Von Papen — antiguo rival de Hitler en la Cancillería .y protector de diversos oposicionistas— afirma que el 90% de la resistencia a Hitler procedía de las derechas conservadoras. En realidad el movimiento nacionalsocialista no estaba ni con las izquierdas ni con los conservadores; era un tercer camino que se apoyaba en las masas del pueblo y particularmente en la juventud. Era un socialismo nacional depurado del control internacional del judaísmo. 145 Prácticamente Alemania estaba internamente escindida: la extrema izquierda se hallaba anulada en campos de concentración, pero los conservadores de la "clase alta" conspiraban o 145 Como socialismo que era, es decir, estatismo, fue condenado justamente varias veces por Pío XI y Pío XII. Pero ciertamente no era una doctrina que pudiera invadir al mundo entero, como el comunismo, que es un estatismo aún más absorbente y completamente hipócrita. 338