DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 255
DERROTA MUNDIAL
"En el último pueblo que tuvimos que tomar para cerrar la gran bolsa de Kiev,
nuestra división halló un hospital ruso. Vimos cómo uno de los soldados rusos, al que
acababan de amputar los dos brazos desde los hombros, se dejó ayudar para levantarse de
su lecho de paja. Después, él solo salió tambaleándose un poco, para utilizar una letrina
que había al lado del edificio, y todos los médicos y enfermeras lo encontraban muy
natural. Sólo nosotros nos asombramos.
"En febrero de 1945, en la cabeza de puente de Shwedt, sobre el Oder, vi cerca de
uno de mis puestos de mando de batallón a una brigada rusa prisionera. En un sótano; de
pie, apoyado en un rincón, se hallaba un soldado ruso. Le dirigi por medio del intérprete
algunas preguntas. Entonces noté que su guerrera estaba roja de sangre y un
reconocimiento demostró que estaba gravemente herido. Un tiro le había atravesado el
pecho muy cerca del corazón. Sin embargo, este hombre se encontraba de pie y quizá
hubiera seguido así".
El mismo oficial alemán relata que el soldado ruso realiza marchas increíbles; es
capaz de dormir con la ropa mojada y empuja carros de municiones kilómetros y
kilómetros.
"También su estómago —añade— aguanta lo inaguantable. Yo mismo he visto a
prisioneros soviéticos arrancando y devorándolos crudos, trozos de carne de los
cadáveres de caballos, caídos hacía ya tiempo. Asimismo pueden alimentarse durante
muchos días de nabos crudos, sin enfermar de disentería. Un día hasta llegamos a
conocer de un caso comprobado de canibalismo
El general Dittmar refrenda esa rudeza del combatiente ruso y dice: "Yo pondría
en primer lugar lo que podría llamar lo desalmado de las tropas; esto era más que
fatalismo". Y el general Blumentritt agrega: "Los comandantes rusos pueden exigir de sus
tropas cosas increíbles en todos sentidos y no hay murmuraciones ni quejas". Las mujeres
rusas fueron utilizadas en las fábricas, en él servicio de abastecimiento, en los hospitales e
incluso como soldados de línea y como tanguistas. El general alemán Menteuffel dice que
eran "bravas, recias y fanáticas". Ya muy avanzada la campaña de Rusia, después de las
gigantescas batallas de Smolensk y Kiev, Hitler reveló en su Cuartel General:
"Me hizo falta una gran fuerza de espíritu para tomar la decisión de atacar al
bolchevismo. Debía prever que Stalin atacaría el año de 1941. Había pues que ponerse en
marcha cuanto antes... He querido contar .incluso con él peligro de que quedaran aún en
las filas de la Wehrmacht algunos elementos contaminados por el comunismo. Si los había
supongo que aquellos que han podido ver lo que pasa en Rusia, estarán ya curados...
Cuando el ataque aéreo sobre París, nos limitamos a actuar sobré los aeródromos, para
preservar a una ciudad de glorioso pasado.
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