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DERROTA MUNDIAL
personal sobre las líneas, rusas debajo veía los miles de tanques y cañones y cientos de
miles de hombres que luchaban, sufrían y morían, y la tierra arrasada, incendiada y
removida de Rusia; y en su rededor muchos aviones, aviones alemanes para protegerlo y
aviones rusos tratando de derribar el aparato en que volaba el general. Von Bock jugaba a la
guerra como quien juega al ajedrez; la vida de sus soldados para nada le importaba y
enviaba a éstos al sacrificio en forma aún más despiadada que ninguno de sus carneradas.
No podía sentir piedad hacia otros quien no la tenía para consigo mismo". ¡Pero sólo
esa dureza podía romper el frente ruso en Smolensk! El rival de Von Bock, mariscal
Timoshenkp, lanzaba tropas en masa contra las vanguardias alemanas y cuando eran
aplastadas lanzaba otras, también sin la más mínima conmiseración por sus bajas. "Los rusos
soportan grandes pérdidas con estoicismo —dice el teniente coronel Waibel— y si el primer
escalón de ataque es aniquilado totalmente, el segundo y el tercero avanzan sin vacilación.
El método de combate ruso consiste en que si el ataque no tiene éxito, se repite, y si
es necesario, se sigue con una rápida sucesión de ataques de infantería en masa. El ruso es
resuelto y valiente y frecuentemente prefiere morir a retroceder". En esos días los soviéticos
pusieron en acción una nueva arma secreta, "Eresa", o sea baterías de cohetes que
hacían.llover 320 poderosos proyectiles sobre un reducido sector, en medio minuto. Su
efecto sicológico y destructivo era tremendo y provocaron varias crisis en diversos sectores.
Era aquél un duelo gigantesco entre el Ejército Alemán y el Ejército Rojo, cuyas
grandes masas de hombres le permitían sacrificar vidas pródigamente. La batalla de
Smolensk, iniciada el 18 de julio, terminó el 7 de agosto. En 21 días de lucha las divisiones
de Von Bock tendieron un cerco de cadáveres y de supervivientes alrededor del área de
Smolensk y sobre el sacrificio de unos se fincó la victoria de otros. El cerco se estrechó
mortíferamente y al caer Smolensk fueron capturados 310,000 prisioneros soviéticos, 3,205
tanques y 3,210 cañones. Un Cannas gigantescamente amplificado, el segundo que ocurría
en la campaña de Rusia, acababa de consumarse bajo la glacial determinación de Von
Bock.
El 10 de agosto el general Franz Halder anotaba en su Diario:
"Al comienzo de la guerra teníamos que vérnoslas con aproximadamente 200
divisiones enemigas; ahora ya hemos contado 360... Si aplastamos una docena de ellas,
los rusos simplemente ponen en su lugar otra docena".
En las unidades soviéticas no formadas por jóvenes fanáticos ocurrieron muchas
deserciones en masa. Oficiales israelitas de la NKVD tuvieron que ser distribuidos en
todas las corporaciones, además de los comisarios políticos, para reprimir a los reacios. El
judío norteamericano Ben Hecht dice que en el Ejército Rojo combatieron 700,000
hebreos.
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