DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 240

Salvador Borrego Otro escritor judío, Salomón Resnick, refiere así la firmeza con que sus compatriotas se batieron en el ejército soviético: "Un sentimiento patriótico intenso, henchido de sinceridad y heroísmo, se apoderó de los judíos rusos, quienes se incorporaron en masa a las filas y lucharon valientemente por la patria agredida. Esta vez, contrariamente a lo que sucedía en épocas pretéritas, no defendían una patria abstracta, sino su propia tierra, su bienestar propio, su bienestar tan largamente anhelado, su dignidad conquistada a fuerza de cruentos sacrificios" ("5 Ensayos Sobre Temas Judíos", por Salomón Resnick). El marxismo israelita se hallaba en mortal peligro y sus creadores luchaban con valeroso fervor para salvarlo. Hitler consideró que los comisarios judíos no eran combatientes legales, según la tradición de la beligerancia, pues forzaban a las tropas a violar las reglas de la guerra. Y en consecuencia expidió su llamada "Orden de los Comisarios", a fin de ejecutar en el acto a los que cayeran prisioneros. Sin embargo, la mayoría de los generales soslayaron esa orden alegando que era cruel e infructuosa. HITLER ORDENA VIRAR HACIA EL SUR Al terminar la "superbatalla" de Smolensk, como la llamó el Alto Mando Alemán, los alemanes quedaron firmemente situados a 300 kilómetros de Moscú. Entonces el mariscal Brauchitsch, jefe del Ejército, y el general Halder, jefe del Estado Mayor General, querían que prosiguiera inmediatamente el avance para capturar la capital soviética. Von Bock también era de la misma opinión. Pero Hitler se opuso. En vez de Moscú quería aniquilar al grupo de ejércitos del mariscal Budenny, que operaba en Ucrania, y para esto era necesario que parte de los contingentes de Von Bock fueran temporalmente transferidos del sector central al sector sur del frente- Diversos comentaristas han dicho que esa determinación de Hitler fue un burdo error y que se perdió la oportunidad de capturar Moscú. Sin embargo, hay otros factores en contrario: aun cuando la captura de Moscú fuera en ese momento una tarea factible, era innegable que si las fuerzas de Von Bock seguían penetrando más en Rusia, todo su flanco derecho y sus líneas de abastecimiento quedarían gravemente amenazadas. Y esto se debía particularmente a que las fuerzas del mariscal Rundstedt, del sector sur del frente, que era el que cubría el flanco derecho del sector central a cargo de Von Bock, se hallaban atascadas a las puertas de Kiev. El mariscal ruso Budenny tenía ahí cinco ejércitos, con más de 700,000 hombres, parapetados en poderosas defensas. Además, al norte de Kiev, en la región de Gomel, había otro ejército soviético de más de 100,000 soldados que también amenazaba las extendidas líneas de abastecimiento de Von Bock. 240