DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 235
DERROTA MUNDIAL
SEGUNDA EMBESTIDA DE VON BOCK
Apenas terminada la batalla de Bialystock-Minsk; Von Bock lanzó hacia adelante la
vanguardia de sus 9 divisiones blindadas y sus 7 divisiones motorizadas, seguidas por 35
divisiones de infantería que iban limpiando el terreno y asegurando el dominio sobre las
zonas ocupadas. Por algunos kilómetros fue una marcha sin grandes dificultades a través
del enorme boquete recién abierto en el sector central del frente soviético.
Más que la resistencia enemiga, de momento fuera de equilibrio, las condiciones del
terreno ruso eran el peor obstáculo. En Francia se había contado con una moderna red de
carreteras, en tanto que en Rusia los caminos eran pocos y malos, y los primeros aguaceros
los volvían casi intransitables. Los grandes bosques daban magnífico refugio a los
guerrilleros y a divisiones enteras camufladas que atacaban por sorpresa donde menos se les
esperaba. Además, los soviéticos habían dispuesto de muchos años para preparar sus
defensas y era común y corriente que los atacantes tropezaran con campos que ocultaban
hasta 100,000 minas. La inseguridad y el peligro asechaban a cada paso.
Adelante de Minsk, en las orillas del histórico río Beresina (escenario de la catastrófica
retirada napoleónica), los alemanes sufrieron una de las primeras crisis de la campaña al
enfrentarse con un tipo de tanque soviético desconocido hasta entonces. Ni siquiera se sos-
pechaba su existencia. Era el T-34, con coraza frontal de 7 centímetros de espesor y cañón
de 7.6 centímetros de diámetro, eficaz a 1,500 metros de distancia, en tanto que los tanques
alemanes tenían coraza frontal de 4 centímetros y cañón con alcance seguro de sólo 500
metros.
Efectivos de la 18ª división blindada, del ejército de Guderian, vieron aproximarse al
nuevo tanque, que fácilmente incendió a un tanque alemán. Dispararon sobre el tanque
ruso y éste seguía avanzando. Los proyectiles de 3.7 centímetros rebotaban sin causarle
daño, y también los de 5 y 7.5. Contaron hasta 23 impactos- y el tanque soviético
continuaba aproximándose. Los artilleros alemanes palidecían, a 20 metros de ese nuevo
tanque que parecía invulnerable. Fue necesario un repliegue y en seguida se le buscaron
puntos débiles al monstruo de ace ro. Varios soldados se aproximaron a lanzarles explosivos
contra el pivote giratorio de la torreta. Algunos artilleros lograron blancos eficaces contra las
cadenas o contra el cañón mismo, aunque esto era muy difícil. Luego se vio que el T-34
tenía muy mala visibilidad hacia atrás y que su comunicación por radio de onda corta era
defectuosa.
Iguales malabarismos se pusieron en juego para repeler a otro tipo de tanque, el KW-
2, de 52 toneladas, con el cual los soviéticos esperaban aplastar el frente alemán.
Después de momentos de sorpresa y desconcierto, en penosa lucha fueron
destrozadas diversas unidades soviéticas encabezadas por el VIII Cuerpo de Ejército, que
era una unidad modelo y en la cual militaba y fue hecho prisionero Jacobo Djugashvili,
235