DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 236
Salvador Borrego
hijo de Stalin. En las orillas del Beresina quedó un cementerio de tanques y el frente
bolchevique fue nuevamente hendido.
Adelante de ese río se erguían fortificaciones aún no concluidas de la enigmática Línea
Stalin, apoyadas sobre el anchuroso río Dniéper. Casi sin tomar respiro, y para no darlo al
adversario, Von Bock aprovechó el momento de confusión que sufría Timoshenko y lanzó
contra la Línea Stalin a su grupo de ejércitos. El repentino ataque fue una magistral
explotación del triunfo recién logrado y abrumó a los defensores del sistema fortificado. El
escritor antinazi Max Werner reconoce que la "perforación de la Línea Stalin y la captura
de Perekov fueron hazañas máximas, no igualadas por ningún otro ejército del mundo"
("La Gran Ofensiva", por Werner).
Von Bock, glacial en
la batalla…”Morir de
resultas de un balazo
enemigo es algo muy
de agradecer”, decía, y
asi murió en las
postrimerías de la
guerra.
Mariscal Timoshenko,
adversario de Von Bock. Si
una primera oleada
sucumbía, enviaba otra
inmediatamente detrás,
“Empeñese al instante, si
es que no quiere perder la
cabeza”
Los tanques y la Infantería alemana se abrieron paso entre las fortificaciones rusas,
vadearon de noche el río Dniéper y el 16 de julio llegaron a las cercanías de Smolensk,
después de un avance de 700 kilómetros en 26 días de lucha. Allí les esperaba otra de las
más encarnizadas batallas.
Timoshenko recibió nuevos ejércitos procedentes del área de Moscú, con más de
3,200 tanques en que abundaban los modelos gigantes de 48 y 62 toneladas. También fue
provisto de una infernal masa de 3,500 cañones. Stalin era entusiasta partidario de esta
arma y había dicho que "el cañón es el dios de la guerra". En Smolensk no escaseaban ni las
fortificaciones, ni los campos minados, ni la artillería, y los soviéticos dijeron confiadamente
que "durante muchos años" iba a hablarse de esa batalla.
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