DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 230
Salvador Borrego
Así comenzaron a desbordarse en un frente inicial dé 1,800 kilómetros
(aproximadamente la distancia de México a Chihuahua), 19 divisiones blindadas, 13
motorizadas, 108 de infantería y una de caballería, o sea un total de dos millones ciento
quince mil (2.115,000) combatientes alemanes. A estas 141 divisiones se agregaron a
continuación 10 más, y con los contingentes finlandeses, rumanos, húngaros e italianos el
gran total ascendió después de varios meses a 178 divisiones.
La lucha más gigantesca de la historia estaba en marcha.
EL PRIMER “CANNAS” DE RUSIA EN 1941
El centro de gravedad de la vasta ofensiva recayó en el sector central donde se
enfrentaban los grupos de ejércitos de Von Bock y Timoshenko. Desde el primer
momento las vanguardias alemanas advirtieron la dureza de sus opositores; cada punto
fortificado resistía aunque fuera completamente cercado y era frecuente que las unidades
alemanas de asalto sufrieran bajas hasta del 50%, según informes del general Blumentritt,
en esos días jefe del Estado Mayor del 4º ejército alemán.
El grupo de Ejércitos de Von Bock se componía de los ejércitos regulares 2º, 4º y 9º y
de los ejércitos blindados 2º y 3º respectivamente al mando de los generales Von Weichs,
Von Kluge, Strauss, Guderian y Hoth. Este grupo de ejércitos disponía de 1,125 tanques,
encuadrados en 9 divisiones blindadas qué eran un afinado mecanismo de coordinada
precisión y eficacia, escrupulosamente adiestradas para fulgurantes movimientos. Su
opositor Timoshenko mandaba una imponente masa de 3,500 tanques, pero su calidad
operativa era inferior a la alemana y en vez de moverse como divisiones blindadas eran
más bien armas de apoyo de la infantería, superiores en número, pero con la torpe pesadez
del mamut.
Aprovechando esa circunstancia, el tercer ejército blindado alemán —mandado por el
general Hoth— se desprendió desde la Prusia Oriental, abrió un boquete en el frente ruso y
se precipitó como relámpago, hacia la retaguardia enemiga, en tanto que el 2º ejército
blindado —al mando de Guderian— hacía lo mismo mas al sur. Para cruzar el río Bug se
emplearon ochenta tanques capaces de caminar por debajo del agua mediante los cuales
fue posible ganar rápidamente cabezas de puente en la orilla enemiga.
En los flancos de esos dos grandes brazos blindados, la infantería iba perfilando
otras dos tenazas de fuego. Al segundo día de lucha el general Halder anotó: "Los rusos
han aceptado la gran batalla de la frontera", y al siguiente día agregaba: "La tenaz
resistencia de las unidades individuales rusas es extraordinaria. Guarniciones de casa-
matas, se han volado ellas mismas con las casamatas, antes que rendirse". Era frecuente
que los comisarios bolcheviques descuartizaran a los oficiales alemanes capturados. Ni
pedían ni daban cuartel. El soldado ruso era duro, pero los comisarios lo superaban con
fanatismo encarnizado.
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