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DERROTA MUNDIAL
Mientras Petain fingía, por un lado, que deseaba la reconciliación germanofrancesa y
accedía a suprimir la masonería, por otro seguía manteniendo vínculos secretos con
Churchill y Roosevelt. Louis Rougier refiere ("Misión Secreta en Londres") que Petain y
Churchill estaban de acuerdo en muchas cosas en cuanto a la política a seguir en Francia
Posteriormente el mismo Petain reveló - que cuando Alemania solicitaba mano de obra, él
fingía acceder, pero luego silenciosamente impedía que la sol icitud fuera atendida.
"Mantuve así —dice— el potencial económico de Francia... En 16,000 empresas rio hubo
reclutamiento ni de un solo obrero... Mi política en Noráfrica al desembarcar los aliados
fue:
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o
1 Dar a los alemanes una apariencia de resistencia: al desembarque...
o
2 No hacer nada que pudiese, de una manera eficaz, obstruir a los aliados... En efecto, es
cierto que mandé negociar un tratado, que debía mantenerse secreto, con el Sr. Wiston
Churchill".
Así se frustro, secretamente; el más grande intento qué hizo Hitler para lograr la
reconciliación francesa y alemana, y fue el más grande y el más auténtico porque se realizó
cuando Francia estaba caída ya merced del gigantesco poderío de cien divisiones alemanas
que podían haber destruido todas las fibras de la soberanía de Francia.
En su libro "Odio Incondicional" el historiador inglés Russell Grenfell afirma: "Los
alemanes comenzaron exteriorizando su deseo de ser conquistadores irreprochables. Los
periódicos ingleses de 1940 informaron respectó a la excelencia de sus modales en Francia,
levantándose los soldados alemanes en tranvías y autobuses para ofrecer sus asientos a las
mujeres, etc.. Pero Mr. Churchill saboteó con éxito esta conducta alentando y armando los
movimientos de resistencia europeos, en gran parte constituidos por emboscados
comunistas.
Los persas habían dicho muchos siglos antes: "O estrellamos la cabeza de nuestros
enemigos contra una piedra o serán ellos los que colgarán nuestros cuerpos en los muros
de la ciudad". Y Gengis Khan había agregado: "Cuando es necesaria la severidad, la
blandura está fuera de lugar. Con ella no transformarás al enemigo en amigo, sino que
reforzarás más aún sus exigencias... Aniquilad siempre a vuestros enemigos".
Pero Hitler nunca consideró que Inglaterra y Francia fueran sus enemigas, y ambas
iban a levantarse nuevamente (movidas por el Poder Judío) para atacar a Alemania cuando
su situación fuera más comprometida en su batalla contra la URSS. Desde el punto de vista
estrictamente militar era un error que Hitler no apretara la mano sobre Francia para
obtener ventajas estratégicas respecto a la guerra con la Gran Bretaña. El mariscal
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Habla Petain desde la Isla D'Yeu.-Octubre 31 de 1949.
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