DERROTA MUNDIAL - EDICIÓN HOMENAJE AL AUTOR DERROTA MUNDIAL (Edición Homenaje) | Page 191
DERROTA MUNDIAL
Mr. Spaight reconoce que "hay abundante evidencia de que Hitler se opuso
tenazmente al terror... ¿Qué?, puede exclamar el lector atónito. ¿Que no lo empezó? ¿Y
Varsovia y Rotterdam? ¿No empleó Hitler en esas ciudades las tácticas de Douhet?
La respuesta es que ni en Varsovia ni en Rotterdam el bombardeo empleado fue
estratégico; en otras palabras, no fue el tipo de bombardeo que Douhet imaginó. Fue un
tipo táctico, usado para forzar la rendición de la guarnición que ocupaba la ciudad. La
captura de una plaza defendida no figura en el bombardeo estratégico. Lo de Varsovia y
Rotterdam fue semejante a los ataques de artillería sobre ciudades situadas en la línea del
frente".
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En otras palabras, el bombardeo táctico consiste en atacar ciudades fortificadas sobre
la línea de combate, o metas militares a retaguardía, y fue éste el bombardeo que practicó
la Luftwaffe. En cambio, es muy distinto el bombardeo "estratégico", porque se dirige
específicamente contra grandes masas de población civil para crear el caos y
desmoralización en el pueblo. Y fue éste el sistema que Churchill empezó a practicar el 1°
de mayo de 1940 y que juego fue reforzado entusiastamente por Roosevelt y Stalin.
Tal revelación constituye un valiosísimo hecho histórico que la propaganda ha
oscurecido.
FRANCIA TAMBIÉN REHUSA LA RECONCILIACIÓN
Lo que Hitler tantas veces había dicho a Francia antes de que ésta le declarara la
guerra, o sea que no existían motivos de contienda entre alemanes y franceses, lo ratificó
con hechos a la hora del armisticio y no le hizo demandas territoriales. Ni siquiera le
pidió la Flota, que podía considerarse como botín de guerra. Y es que la Flota sólo
hubiera sido útil para combatir contra Occidente, que era en lo que Hitler se rehusaba a
pensar seriamente, mas no para la guerra contra la URSS, que era el motivo de su lucha.
Por eso fue que Hitler trató de ganarse amistosamente a Francia cuando la tenía a su
merced después de derrotarla. Ismael Herráiz, testigo de aquellos días, escribe en Europa a
Oscuras: "Era el propio vencedor quien trataba de apresurar la sonrisa sobre el rostro de la
'Grande Mondaine'.
Tenía miedo de su propia fuerza, y como el gigante, se estremecía con el temor de
aplastar a Gulliver entre sus dedos. Toda aquella portentosa musculatura política y militar
del Reich se aflojaba tímidamente frente al regalo prodigioso que la guerra había traído
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El Fantasma de Douhet. J. M. Spaight, ex Secretario del Ministerio Británico del Aire, "Royal Air
Forcé Quarterly", abril de 1950. En la conferencia de Estado Mayor del 8 de enero de 1941, Hitler or-
denó: "Los ataques contra Gran Bretaña deben concentrarse sobre los abastecimientos y la industria de
armamentos", según constancia documental citada por el propio M. Spaight en "Air Power", 1954.
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